La devastación del templo católico en la caleta de pescadores de Carelmapu ha dejado una profunda huella en la comunidad distante a 10 km. de la comuna de Maullín. Este edificio, cuya construcción se inició en 1913, tenía un significado especial como punto de encuentro para los devotos de la virgen de la Candelaria en las provincias de Llanquihue y Chiloé. Anualmente, todos los 1 y 2 de febrero, se llevaba a cabo una procesión donde la imagen de la virgen era trasladada a través de la caleta por los pescadores y buzos artesanales locales.
Aunque la iglesia había permanecido cerrada al público durante varios años debido a problemas estructurales, recientemente se habían iniciado trabajos de restauración a menor escala.
El alcalde de Maullín, Nabih Soza, expresó su profundo pesar ante esta tragedia que impacta tanto el patrimonio arquitectónico como espiritual de la comuna. Soza comentó: «Habíamos avanzado significativamente en la restauración de la iglesia, pero esto es una señal de que debemos comenzar desde cero».
El alcalde agradeció las llamadas de apoyo de autoridades y parlamentarios que se han comprometido a buscar formas de reconstruir este monumento nacional, completamente destruido por las llamas. Hasta el momento, las causas del incendio no han sido determinadas.
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