El mundo sigue con sus ojos puestos sobre la Amazonía, donde se ubica el bosque tropical más grande del mundo, que abarca gran parte del noroeste de Brasil y se extiende hasta Colombia, Perú y otros países de Sudamérica, y que desde hace días arde en llamas.
El «pulmón del planeta» lleva 16 días incendiándose con más de 700 mil hectáreas destruídas. Según los datos del programa de Quemas del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), entre enero y agosto de 2019 se han registrado 71.497 siniestros de esta naturaleza, un número considerablemente superior a las 39.194 quemas que ocurrieron en el mismo período de 2018, transformándose en las mayores cifras registradas en los últimos siete años.
Pero más allá de la impotencia y el dolos que provocan las imágenes que han circulado en las redes sociales -donde hay que decir, algunas no corresponden a los incendios de este año- hay cifras que dan cuenta que el fuego está destruyendo más que un área verde de Brasil.
Devastadoras consecuencias
De acuerdo con un barrido realizado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) con los incendios en la Amazonía, el mundo está perdiendo recursos sumamente importantes.
La entidad sentenció que lo que está en riesgo es «entre el 17 y el 20% del agua del planeta. El 10% de la biodiversidad mundial, 6,7 millones de kilómetros cuadrados de bosques y el habitat de más de 34 millones de personas».
A ello se suma que debido a la catástrofe forestal y al material particulado que llega al ambiente, se podría perder hasta el 20% del oxígeno del planeta.