INDAP e INIA desarrollan primer programa de certificación de papa nativa en Chile

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El Ministerio de Agricultura, a través de un convenio suscrito entre INIA e INDAP, desarrolla cadena productiva multiplicando plántulas in vitro para la producción de mini tubérculos de variedades de papas nativas, insumo base para la posterior reproducción y certificación de esta especie que beneficiará a los agricultores del archipiélago de Chiloé. Una iniciativa única en el país que busca la sanidad, productividad y sustentabilidad con la utilización de este material genético.
Sin duda, el cultivo de importancia global más trascendental es la papa. Condición que se hace aún más importante en el archipiélago de Chiloé, donde es posible encontrar más de 250 variedades de papas distribuidas dentro de todo el territorio. De ellas, alrededor de 50 son las variedades que se cultivan con mayor frecuencia en los sistemas campesinos, y de estas, alrededor de 30 son las que se comercializan en cantidades variables y en distintas modalidades. Es más, la mayoría de las papas que se cultivan hoy en el mundo provienen de las variedades nativas del archipiélago de Chiloé, cuya especie se originó en Perú precolombino, difundiéndose con el tiempo hacia el sur y al mundo.
Es así como este tubérculo es la base principal de la alimentación de los habitantes de Chiloé y, como tal, ha influido en diferentes aspectos de su economía y su cultura. En el archipiélago, la diversidad de papas es una característica del cultivo única que se reconoce mundialmente, que aporta virtuosamente a la biodiversidad territorial y que además justifica la designación por parte de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) a Chiloé como un sitio importante del patrimonio agrícola mundial (sitio SIPAM).Esta condición propia de la especie se contrapone con los distintos problemas que la agricultura deberá enfrentar en un tiempo cercano : la escasez de alimentos, el déficit hídrico, procesos de erosión, el cambio climático, enfermedades y plagas resistentes, entre otras.
Frente a este complejo escenario ambiental, surge la necesidad de que los productores y las productoras de papa nativa de Chiloé puedan contar con semillas sanas y de primera calidad, ya que ello repercute directamente en los rendimientos y en la rentabilidad del cultivo. Por ello, el Ministerio de Agricultura, a través de INIA e INDAP se encuentran desarrollando un convenio de colaboración que apunta a esto, formando, además, a los agricultores para que sean especialistas en la producción de semilla certificada para todo el archipiélago chilote.
Un trabajo muy relevante que permite el apoyo de profesionales, quienes en la última temporada establecieron parcelas demostrativas con material nativo en INIA Butalcura para evaluar manejo agronómico y distancias de plantación para producción de semilla. De estas unidades demostrativas, se pudo concluir que las variedades nativas como Murta, Cabrita, Bruja, Cabra y Biscocha, que son las que certificará este convenio, pueden lograr rendimientos en torno a las 40 ton/ha. Si bien son un poco menores que lo logrado con las variedades mejoradas, de todas formas son rendimientos altos. Esto considerando que un rendimiento promedio de papa nativa bordea las 15 toneladas por hectárea.
Carlos Gómez Hoffman, Director Regional de INDAP, señaló que deben agregar valor a los procesos productivos y definió a la papa nativa como un valor del patrimonio mundial y estima que se debe promover la sanidad vegetal.


Esperan – dijo – a través del convenio obtener 800 mini tubérculos de las cinco variedades seleccionadas , para lograr en el proceso de multiplicación en varios años, más de 1.000 toneladas de semilla certificada.


Asimismo, Sergio Iraira, Director Regional de INIA Remehue, destacó que “una parte importante del convenio tiene que ver con el sistema de producción de minitubérculos en INIA la Pampa para entregarle material nativo a las comunidades de Chiloé en óptimas condiciones para iniciar el primer programa de certificación de papa nativa de Chile”.
Indicó que “además de asesorar a los productores de semilla certificada de papa nativa, el convenio está orientado a los rubros de hortalizas, ajo chilote y ovino en el archipiélago de Chiloé y ovino en el sector de Fresia, en la Región de Los Lagos”. Puntualizó además que “la metodología de trabajo está basada en actividades grupales con un enfoque de formación de especialidades mediante diagnóstico predial, reuniones con Grupos de Transferencia Tecnológica, parcelas demostrativas y elaboración de fichas técnicas, entre otras actividades”.

El Director Nacional de INDAP, Carlos Recondo puntualizó que «como institución estamos preocupados de la seguridad alimentaria del país y en especial, de territorios como el archipiélago de Chiloé. En tiempos como el que vivimos, con una emergencia sanitaria por el covid-19, es más necesario que nunca fortalecer la pequeña agricultura familiar campesina. Es por eso este convenio entre INDAP e INIA es tan importante para introducir mejoras en un cultivo tan tradicional en el territorio como es la papa nativa”.