A dos meses del inicio de la temporada veraniega, el Subsecretario de Transportes, Cristóbal Pineda, encabezó la inauguración de una mesa de trabajo de carácter intersectorial y que involucra a las regiones de Los Lagos y Aysén, en la búsqueda de garantizar la movilidad en los traslados que se realizan en la Carretera Austral, especialmente en el tramo marítimo-terrestre entre Hornopirén y Chaitén, también conocido como Ruta Bimodal.
En la actividad realizada en Coyhaique participaron el Gobernador Regional, Patricio Vallespín y la Delegada Presidencial Regional de Los Lagos, Giovanna Moreira, junto a los seremis de Transporte y Telecomunicaciones, Pablo Joost y de Obras Públicas, Daniel Olhabé, además de autoridades de la Región de Aysén.
De acuerdo a la autoridad de la cartera de transportes el propósito es no repetir las situaciones de colapso que se vivieron durante el pasado verano en las distintas localidades que son parte de la ruta bimodal.
La mesa técnica tendrá tres jornadas de trabajo durante noviembre y en el corto plazo finalizará con la presentación de una propuesta, a finales de ese mes.
El Subsecretario Pineda manifestó su confianza en que este sea el punto de partida para una acción colaborativa de largo aliento que permita mejorar la conectividad en la zona austral.
Para Pablo Joost, Seremi de Transporte y Telecomunicaciones de la Región de Los Lagos, la mesa plantea desafíos a corto y largo plazo, con el objetivo de prevenir que los problemas detectados se repitan durante el próximo verano.
En tanto para Luis Montaña, Delegado Presidencial Provincial de Palena, es fundamental que la mesa considere los distintos factores vinculados a la conectividad.
La Ruta Bimodal, en su tramo marítimo, es operada por un servicio de barcazas subsidiado por el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones. Según datos de la cartera, entre enero y febrero de 2022 se produjo un aumento de un 15% en el volumen de vehículos que se trasladaron en las barcazas que cubren este tramo, en comparación con igual periodo de 2019.
Esta cifra, eso sí, no contempla a aquellos vehículos cuyos conductores no compraron sus tickets con anticipación y, por lo tanto, no lograron embarcar a tiempo, generando alta congestión en las rampas de acceso a las barcazas, largas esperas y la molestia entre los usuarios.
