Investigación de la pandemia en Chile: Cómo avanza el desarrollo de la vacuna contra el covid-19 en el país

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Han pasado alrededor de cuatro meses desde que se reportó el primer caso de covid-19 en el mundo (Wuhan, China) y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), son cerca de 100 los equipos que están trabajando en el desarrollo de una vacuna contra la infección producida por el virus SARS-CoV-2.

Estados Unidos, Inglaterra y China serían los países más avanzados en la materia dado que incluso algunos prototipos están siendo probados en humanos. Pero a ellos se suman investigaciones en Alemania, India e Israel y también en Chile.

En nuestro país el estudio está liderado por el director del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (IMII), Alexis Kalergis, quien ya ha desarrollado vacunas contra el virus sincicial y metapneumovirus.

En conversación con Emol, el académico de la PUC comenta sobre el avance de la inyección que pretende prevenir el contagio del nuevo coronavirus. «Actualmente hemos avanzando exitosamente en la formulación del prototipo de esta vacuna candidata», explica el científico, lo que significa que ya están en una etapa avanzada de «construcción» del prototipo de la vacuna.

Una vez obtenido eso, «se deben llevar a cabo y superar varias etapas experimentales como por ejemplo dar inicio a los ensayos preclínicos, que corresponden a las pruebas a nivel de laboratorio que demuestren seguridad y efectividad en modelos experimentales», añade.

Luego se debe formular la vacuna en condiciones GMP (buenas prácticas de manufactura) para cumplir con las regulaciones nacionales e internacionales y posteriormente evaluar su seguridad e inmunogenicidad por medio de estudios clínicos.

¿Cómo se consigue?

Según detalla Kalergis, «la vacuna consiste en antígenos o fragmentos de antígenos de SARS-CoV-2, deducida desde su material genético, que elegimos de acuerdo a su capacidad de inducir una respuesta inmune favorable para la eliminación del virus en ausencia de inflamación excesiva».

En ese contexto, señala que junto a su equipo están desarrollando cuatro estrategias de vacunación utilizando esas proteínas, «que básicamente consisten en diferentes combinaciones de las proteínas seleccionadas junto a moléculas inductoras de la respuesta inmune».

Una de éstas consiste en una estrategia equivalente a la que usamos exitosamente para desarrollar una vacuna contra el virus respiratorio sincicial. «Es importante tener muy claro que estos procesos toman tiempo y que requieren una serie de estudios preclíncos y clínicos, que deben cumplir con regulaciones bastante estrictas», subraya el investigador del Consorcio Tecnológico en Biomedicina Clínico Molecular (BMRC).

«Guerra» contra el virus

En la opinión pública se ha expresado el concepto de «guerra» entre los países que están desarrollando una nueva vacuna, especialmente Estados Unidos y China. Al respecto, Kalergis dice que «es importante aclarar que dada la gravedad de esta pandemia, la guerra es en realidad de la comunidad científica mundial contra este virus».

«Por esto es muy importante trabajar en colaboración y que exista un desarrollo simultáneo de una alta cantidad de iniciativas, para tener mucha mayor probabilidad de obtener una vacuna o más vacunas que protejan a la población pronto», recalca.

Y agrega que «en esta pandemia la colaboración de la comunidad científica ha sido clave para avanzar en la búsqueda de una alternativa que nos permita superar esta crisis de salud sin precedentes. Un ejemplo de esto es la OMS, que ha puesto en marcha un ensayo clínico denominado ‘Solidaridad’ para acelerar el desarrollo de vacunas y tratamientos a que involucra a más de 90 países.

Aportes financieros

«Es fundamental destacar el aporte que han hecho científicas y científicos jóvenes, como parte de sus programas de estudios de pregrado, doctorado y postdoctorado, quienes con gran entusiasmo, capacidad y dedicación han hecho posible que estemos pronto a contar con los resultados de I+D necesarios para escalar a la siguiente etapa», dijo.

Añadió que «dentro de los apoyos es importante destacar que la Fundación Copec-UC recientemente ha realizado un aporte importante a nuestra investigación sobre esta vacuna contra este virus».

Según el director del IMII, estos «son ahora más importantes que nunca, dado que para encontrar una o varias soluciones para esta grave pandemia se requiere de la colaboración estrecha entre ciencia, Estado, sector privado y ciudadanía».

«La colaboración con grupos y organismos internacionales es clave, porque podemos conocer y acceder de primera fuente a los avances hechos por otros equipos», zanjó.

Sobre cuándo podría estar listo el medicamento, apunta que «si todas las etapas son logradas exitosamente y contando con el financiamiento requerido, demostrando seguridad, capacidad de inducir respuesta inmune y efectiva en su capacidad de proteger contra el SARS-CoV-2, podría estar disponible para producirla a gran escala en el plazo de al menos dos años».

Fuente: Emol