La relación entre el cuerpo técnico de la selección comandado por Ricardo Gareca y la ANFP quedó más tensa luego de la derrota sufrida el martes ante Colombia, en Barranquilla, y los caminos apuntan a una eventual salida del argentino, aunque para ello existe una importante traba desde lo económico.
Cabe consignar que el exseleccionador de Perú y sus asistentes se reunieron a puertas cerradas una vez consumada la caída 4-0 en la décima fecha de las Clasificatorias, tras lo que en el organismo que rige al fútbol chileno quedaron expectantes con que éste renunciara en la conferencia de prensa.
Sin embargo, Gareca solo dejó una gran incertidumbre acerca de su continuidad, al sostener que no se encontraba en condiciones para dar a conocer una decisión de aquella magnitud «en caliente».
Pese a esto, desde la entidad nacional esperan comenzar una negociación para dar su ciclo por terminado, pues las arcas en Quilín no pueden cubrir la indemización ante un despido del DT.
En la ANFP reconocen que la relación entre ambas partes está tensa por varias razones, entre ellas porque creen que no está comprometido completamente con el proyecto, algo que quedó de manifiesto cuando envió a sus ayudantes a conocer la noticia de la baja de Carlos Palacios, porque él tenía una cena con su familia.
Por ello, al no contar con el dinero para despedirlo, en la ANFP esperan que exista un gesto de parte del técnico.
De momento, en «Juan Pinto Durán» estiman que si no se da este gesto, estirarán su ciclo hasta la fecha de noviembre, donde Chile enfrentará a Perú y Venezuela.
De acuerdo a los antecedentes, Ricardo Gareca tiene una cláusula en su contrato que lo dará por concluido en el caso de no tener opciones matemáticas para jugar el próximo Mundial.