Por Christian Arntz, presidente de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno, SAGO A.G.
El presidente venezolano Nicolás Maduro dijo hace un mes y medio que lo que ocurre en Chile es sólo una “brisa bolivariana” y que pronto conoceríamos el “huracán”. El Departamento de Estado de Estados Unidos, en tanto, denunció y entregó pruebas de la existencia de “cuentas falsas rusas” en redes sociales que contribuyen a “socavar las instituciones” en nuestro país.
Semanas después, Conecta Labs estudió los hashtag de las protestas chilenas durante un mes y concluyó que de las 2.000 cuentas más influyentes, casi el 60% no eran de Chile.
Recientemente, una joven comunista de nombre Florencia Lagos realizó una alocución frente al propio dictador Maduro donde dijo que las manifestaciones sociales que se están viviendo en Chile no eran un movimiento espontáneo, sino un éxito de la Mesa de Unidad Social –se entiende claramente que se refería a las acciones de “presión” o derechamente de violencia, en las calles-.
Antes de Lagos, otra joven se había “lucido” ante el dictador Maduro en Caracas. ¿Su nombre? Doris González, quien apenas cuatro días después del estallido del 18 de octubre y en su calidad de vocera de Ukamau, una de las organizaciones de la Mesa de Unidad Social, señaló tras el cántico “óyeme tú y tú lo sabes, son las comunas del misil de Hugo Chávez” que con “ese misil de Hugo Chávez” se iría “a construir el poder popular a Chile”. Demás está decir que Ukamau ha sido clave en numerosos y coordinados cortes de calles y avenidas en Santiago, durante estos más de 50 días de crisis.
En medio de todo esto, el ex agente cubano Enrique García confirmó que la red para desestabilizar Chile es real y que es dirigida por el jefe del servicio de inteligencia de Cuba en Chile, Warnel Lores Mora, quien figura oficialmente como ministro consejero de la embajada cubana en Santiago.
Nadie ha dicho que las demandas sociales no cuentan con una base de apoyo mayoritaria en el país y que ese constituye el grueso de quienes concurren a marchas pacíficas, sin embargo, negar la arista extranjera e intentar ridiculizar a todo aquel que cita hechos y fuentes confiables es sencillamente una irresponsabilidad. El ex canciller Heraldo Muñoz es uno de ellos: él señaló que aludir a estos datos es una “soberana estupidez”, desestimando de paso los informes del ex jefe de Inteligencia del Ejército ecuatoriano, Mario Pazmiño, e informes en la misma línea provenientes de Colombia y otros países.
¿Por qué importantes personeros políticos se niegan sistemáticamente a investigar estos hechos? Es un misterio, pero estas alturas, en que también debe revisarse a fondo la arista del narcotráfico, ya nada extraña.