Un año ha transcurrido desde la alerta sanitaria por aumento de neumonías atípicas en el sur de Chile, que significó la consiguiente alarma de tanto de la OMS como de la OPS, sumado al Centro de Infectología de Los Ángeles en Estados Unidos, en un contexto que siempre fue mirado con distancia por la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno, SAGO.
El Gerente del gremio, José Antonio Alcázar, recuerda que en abril, la Sociedad Chilena de Infectología no logró determinar qué fue exactamente lo que produjo los casos, mientras que las autoridades –dijo- de forma apresurada los vincularon con un brote de fiebre Q en la actividad ganadera, lo que a su juicio trajo consigo un daño enorme al sector productivo. Lo concreto es que hoy se registran 50 casos de fiebre Q desde La Araucanía a Los Lagos. Con tal antecedente, «¿Puede hablarse de un brote?», se pregunta el gremio.
Por lo mismo, desde SAGO, reflexionan en torno a la real capacidad del país para identificar los riesgos epidemiológicos, recordando como una “irresponsabilidad enorme sin sustento científico” cuando en la pasada administración se hizo referencia a una supuesta “mutación” de la bacteria en Chile, “dando un salto desde animales a seres humanos”.
La Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno, valoró la voluntad de las autoridades de turno de firmar junto al gremio la carta de compromiso que permitirá realizar la muestra de ganado en Sago Fisur 2018, esperando dejar atrás las caricaturas y adoptar políticas tales como protocolos de bioseguridad en predios, con el fin de reivindicar al sector de los perjuicios experimentados a raíz de esta coyuntura.