La tranquila rutina deportiva en el gimnasio municipal de Calera de Tango se vio abruptamente interrumpida este jueves por un violento incidente que tiene a las autoridades investigando las posibles motivaciones detrás de un ataque directo a un instructor de artes marciales. Carlos Báez Rubio, de 56 años y reconocido sensei de karate shotokan, fue víctima de múltiples disparos mientras impartía su clase vespertina, un suceso que se produjo ante la mirada de sus alumnos, en su mayoría menores de edad.

El ataque ocurrió cerca de las 18:00 horas en la sala de entrenamiento, o dojo, del recinto deportivo. Según testigos, un individuo no identificado ingresó violentamente al lugar y, tras preguntar por el profesor según información policial, procedió a dispararle en al menos cinco ocasiones. Los impactos alcanzaron a Báez en el rostro, cuello y piernas. Inmediatamente después, el agresor huyó del sitio.

El sensei, un cinturón negro 6° dan con una vasta trayectoria en la disciplina, fue rápidamente asistido y trasladado al hospital parroquial de San Bernardo en estado grave. Aunque se esperaba su derivación al Hospital Barros Luco, fuentes médicas indicaron que dos heridas revestían particular complejidad: un proyectil alojado en la mandíbula y otro en la tibia que comprometía el flujo sanguíneo.

Las Hipótesis de la Investigación

La investigación del caso ha quedado a cargo de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI), bajo la dirección del fiscal ECOH Leonardo Tapia. Las primeras diligencias en el lugar del suceso son cruciales para esclarecer los hechos y dar con el paradero del atacante, quien según reportes preliminares, habría escapado por Camino Lonquén con dirección a Talagante.

Fuentes vinculadas a la investigación señalan que la principal teoría que maneja la policía apunta a algún tipo de ajuste de cuentas. Si bien no se descarta una conexión con crimen organizado, otra línea investigativa fuerte considera la posibilidad de un conflicto personal previo como desencadenante del violento acto, señala La Tercera.

Esta última hipótesis cobra fuerza a partir de testimonios recabados. Un familiar del sensei, cuya identidad se mantiene en reserva, mencionó a un medio televisivo la existencia de una antigua amenaza recibida por Báez parte del padre de un exalumno. En su momento, dicha advertencia no habría sido considerada de gravedad por el profesor.

El fiscal Tapia ha reforzado la idea de que el ataque fue dirigido, indicando que los testimonios de testigos preliminares confirman que el agresor preguntó directamente por el profesor al ingresar. “Uno pudiese entender que al menos él (atacante) conocía o tenía el propósito de encontrarse con la víctima”, declaró el fiscal, subrayando el carácter intencionado del hecho.

Una dificultad adicional para los investigadores es el estado de las cámaras de seguridad del recinto, las cuales, según informó el subprefecto Ricardo Castillo de la BH Metropolitana, presentaban desperfectos al momento del suceso.

Mientras el sensei Báez lucha por su vida y la comunidad deportiva espera respuestas, la PDI continúa intensamente las labores para identificar y capturar al responsable de este violento ataque que quiebra la tranquilidad de Calera de Tango.

Por: ADN.CL