El Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar) suspendió la toma de muestras genéticas después descubrir que las tórulas utilizadas para dichas funciones se encontraban contaminadas de fábrica.
La situación fue percatada debido a que se detectaron dos ADN distintos durante una prueba de material genético en La Araucanía entre mayo y junio de este año, uno de los cuales pertenecía a una mujer que se catalogó como “fantasma”, ya que no había evidencia de la participación de ninguna persona del sexo femenino en el lugar del hecho.
La situación dio pie al descubrimiento de las tórulas contaminadas. Como medidas, Labocar notificó la situación al Ministerio Público y cerró temporalmente su Laboratorio de Génetica por 60 días, además de iniciar una investigación de todas los casos desde 2017 en adelante.
Lotes defectuosos
Los hisopos defectuosos fueron comprados a la empresa Copan, con sede en Brescia, Italia. Estos serían productos de bajo costo, adquiridos producto de la alta demanda provocada por la pandemia del covid-19. Además, Labocar realizó una investigación para evaluar eventuales responsabilidades de las mujeres de su dotación, hipótesis que terminó siendo descartada.
Según indicaron desde la institución uniformada al citado medio, “los lotes de las tórulas contaminadas con el perfil femenino contaminante, fueron adquiridas en la región de la Araucanía en el mes de mayo de 2020 y a través de Mercado Público”.
Además, afirmaron que los lotes defectuosos ya no son utilizados. Frente a los alcances de la situación, explicaron que la detección de la causa del perfil “fantasma” en las pruebas permite que se excluya “como contribuyente y por tanto, el resto de los perfiles adquiere el mismo valor probatorio como si no hubiese estado el perfil contaminante”.
En tanto, el exfiscal Claudio Uribe advirtió a la mencionada emisora que es “una situación de la mayor gravedad, porque esto puede alterar absolutamente el destino de una o de muchas causas penales”.
