Columna de Opinión SAGO: Llegó la hora

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El 25 de octubre de 2020, se aprobó por el 78% de los votantes la realización del proceso constituyente para nuestro país, lo que concluirá con la presentación de un nuevo texto constitucional que deberá ser aprobado o rechazado en un nuevo plebiscito a mediados del año 2022.

Así las cosas los primeros meses de funcionamiento de la Convención Constituyente, no ha estado exenta de hechos que al menos merecen que los chilenos pongamos atención en cómo y qué se discute en esta instancia. Porque a la luz de los hechos, el espíritu democrático que debería primar en un órgano como éste, dio paso a una conducta donde ponerle el pie encima al resto se transformó en una práctica recurrente, especialmente de los sectores más radicalizados de la Convención.

Es por ello que a partir del inicio de la redacción de la nueva constitución, se hace más necesaria la activa participación de los ciudadanos y que al contrario de lo que muchos Constituyentes creen, queremos un país más justo, con igualdad de oportunidades, con libertad para poder emprender, con apertura comercial y con un Estado que esté al servicio de la gente y que no se sirva de nosotros. No me cabe duda que el anhelo de la gran mayoría de los habitantes de este país, está más enfocado en tener un país unificado y multicultural y no un país dividido y preocupado de entregar cupos y beneficios a determinadas personas por el simple hecho de ostentar una condición determinada.
Por otra parte, existe un preocupante ánimo refundacional, donde se habla de nuevos sistemas de gobernabilidad y de representación, como si estos fueran la gran panacea, cuando todos sabemos que los sistemas, el que sea, depende de las personas y del respeto de ellas a las instituciones; algo que en el último tiempo hemos visto con tristeza cómo se ha ido degradando.

Chile tiene la oportunidad de hacer una nueva constitución, que haga de Chile un mejor país, pero este sueño no se va a concretar si la mayoría silenciosa, esa que sabe que con sacrificio se ganan las cosas, que con dialogo y respeto se llega a buenos acuerdos, no toma un rol más activo y participativo en las distintas instancias de diálogo que establece el proceso constituyente.

Llegó la hora de dejar la comodidad y ponerse a trabajar por nuestro país, informándose y participando en las audiencias, cabildos y cuanta instancia esté al alcance. Porque la redacción de la nueva constitución debe ser de todos y no de un reducido grupo que pretende imponer a la fuerza sus intereses particulares y no velar por el bienestar de todos los chilenos.

Por José Antonio Alcázar
Gerente General
Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno A.G.

Publicada en Diario El Austral de Osorno
Domingo 24 de Octubre 2021