En el mundo del iGaming, que engloba aquellos pasatiempos que combinan apuestas y entretenimiento, una de las opciones más demandadas en la actualidad son los crash games, debido, en parte, a su sencilla funcionalidad. Parten de una cantidad jugada, elegida por el propio usuario, y esta va creciendo poco a poco a medida que el protagonista se mantiene en pantalla. Entonces, cuando uno se decide retirar, se aplica la ganancia; mientras que, en caso de que el elemento principal se estrelle o caiga, no hay recompensa alguna.
Desde hace ya algunos años, en el catálogo del casino en línea de Betano Chile se pueden encontrar numerosos ejemplos y de temática diferente. Lo más habitual es ver cómo una nave espacial o una avioneta sirven para poner a prueba la resistencia y la paciencia, pero la oferta se ha ido ampliando con ambientaciones como el fútbol o animales. Además, son varias las similitudes que guardan con otras prácticas, como las tragamonedas, pero cuenta con sus propias particularidades como las que a continuación entraremos a repasar.
Elementos diferenciadores
La sensación de riesgo es indisociable a los crash games, ya que el usuario juega un papel activo durante la partida, pues suya es la decisión de cuándo retirarse y conseguir el multiplicador. No hay ningún otro factor que pueda influir. Y es que cada turno es diferente y en todos ellos se desconoce cuánto tiempo durará el protagonista en pantalla. Esto llena el juego de tensión y emoción desde que empieza, pues ya en los primeros instantes se puede perder la cantidad apostada, que solo hará que crecer y crecer con los segundos.
En cuanto a las animaciones, aunque a muchos les puedan recordar a las de las tragamonedas, son todavía más sencillas. El fondo suele responder solamente a un color para que la atención se deposite en el elemento principal. Normalmente, el protagonista se erige en forma de cohete intergaláctico o de una avioneta propia de los tiempos pasados y asciende al ritmo del multiplicador. Cuanto más arriba, más emoción se genera y, en consecuencia, más opciones hay de que acabe llegando el momento de la caída o el choque.
Pero si hay un punto que llama la atención es la interactividad, pues el papel de los internautas tras lanzar una apuesta no se convierte en pasivo a la espera de los resultados, sino que tiene mucho que decir y condicionar en la victoria. Esto hace que uno se sienta todavía más partícipe de la partida, que en la misma plataforma permite consultar también las clasificaciones del resto de público, compartir estrategias mediante un chat e incluso comparar resultados. Un componente social que no en toda la oferta se deja ver.
Accesibilidad y libertad
Los crash games, como sucede en muchos otros juegos de casino online, se muestran totalmente disponibles en cualquier dispositivo inteligente actual. Si bien por su diseño se asemejan de estilo a las apps de celulares, tanto para computadoras como tabletas se pueden disfrutar. Eso sí, solo se requiere una buena conexión a internet para que la actividad no se vea interrumpida y la experiencia sea insatisfactoria. No se necesita más que una pantalla e internet para ello, pues las estrategias y los conocimientos previos pocos resultados dan.
Otro aspecto en el que se deja ver la accesibilidad, a la vez que la libertad, es en el momento de realizar apuestas. Las cantidades jugadas las elige sin ninguna restricción el jugador, así como el instante ideal en el que toca retirarse. Haciendo uso de la tecnología blockchain, que garantiza la transparencia y la imparcialidad en el juego, cada turno es único y diferente al anterior, siendo así un resultado inesperado. Poco importan, pues, los precedentes o aquello que hayan podido conseguir otros internautas en minutos previos.