Durante la segunda semana de marzo, el Ministerio de Educación decidió suspender las clases a lo largo de todo el país, como consecuencia de la pandemia del coronavirus.
Aunque en un comienzo se pensó que la medida sería momentánea, todos los establecimientos educacionales del territorio nacional van a cumplir cuatro meses sin clases presenciales. La única excepción es Rapa Nui, que retornaron el 1 de julio debido a las positivas condiciones sanitarias imperantes en la zona.
Tras lo anterior, el ministro de Educación, Raúl Figueroa, explicó a El Mercurio, que la reapertura de los 11.500 establecimientos “ocurrirá siempre en la medida que se den las condiciones sanitarias para ello, previa verificación de esas condiciones con el Ministerio de Salud”.
Además, la autoridad precisó que deben cumplirse una serie de pasos para ello. Por ejemplo, “verificar las condiciones sanitarias, implementar protocolos de limpieza y desinfección, la información adecuada a la comunidad, la inducción a docentes y asistentes de la educación”.
Por otro lado, Figueroa también planteó que se deben establecer medidas para la organización de las jornadas y configurar un plan gradual de retorno.
