Por 40 votos a favor y 7 en contra, la Sala del Senado aprobó para su tercer trámite legislativo la reforma de pensiones que crea un nuevo Sistema Mixto de Pensiones y un Seguro Social que mejora, por ejemplo, la Pensión Garantizada Universal (PGU).

En lo sustancial, la reforma aumenta la cotización del empleador quedando en un 8,5% de la remuneración imponible, del cual un 4,5% irá a la capitalización individual del trabajador, un 1,5 a la cotización con rentabilidad protegida (préstamo al Estado que se devuelve al momento de jubilar) y un 2,5% al seguro social (seguro de invalidez, sobrevivencia y expectativa de vida).

Dos de los tres senadores de la región votaron a favor de la iniciativa que se discutió desde el 2022, argumentando que aprobaron el proyecto como una cuestión moral para mejorar las pensiones y el actual sistema de AFP.

Iván Moreira, por ejemplo, dijo que votó a favor para cambiar el actual sistema y darle más competencia, recalcando que los fondos son de los trabajadores, asegurando que el préstamo que le hará al Estado será devuelto.

Por su parte, el senador socialista Fidel Espinoza, expresó que su voto a favor es por un deber moral hacia los pensiones, además desmintió que esta reforma se hizo a “matacaballo”.

Por su parte, y quien rechazó la reforma, fue el senador Carlos Ignacio Kuschel, quien además de poner una nota tres a la ley, manifestó que lo aprobado tiene muchas grietas en lo financiero.

Cabe mencionar que ahora este proyecto de ley será visto esta semana por la Cámara de Diputados.