En relación con los hechos de violencia que sufre el país, con una escalada de atentados incendiarios y de delincuencia descontrolada en diferentes zonas del territorio, manifestamos lo siguiente:
- Condenamos cada uno de estos graves ataques que afectan la vida de miles de personas que buscan sacar sus familias adelante con esfuerzo y honestidad, impidiéndoles esto inmersas en un ambiente que entrega inseguridad, angustia, dolor, peligro e incertidumbre.
- Que así como las regiones del Bio Bío y de La Araucanía están viviendo el terrorismo de estas cobardes acciones, otros puntos del país también sufren por ellas, y necesitan de medidas que les protejan. Actos como el ataque incendiario a maquinarias en Máfil en la Región de Los Ríos producen desempleo y desincentivan la inversión, lo que impacta en el desarrollo local y nacional, en tanto la inmigración ilegal en el norte, genera una problemática social donde la delincuencia es motor de la agresión que se vive en las calles y del miedo que sienten sus habitantes y que han visibilizado con sus marchas y llamados de sus autoridades locales, para contar con medidas que acaben con este flagelo.
- Hacemos un llamado al Gobierno para que escuche el clamor del Chile que no es Santiago, saliendo de la mirada de nivel central, para extender el estado de excepción constitucional a las regiones de Los Ríos y de Los Lagos. Es una acción necesaria, justa y de urgencia inmediata, para garantizar el orden y la seguridad.