Murió el reconocido periodista argentino Jorge Lanata a los 64 años

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Jorge Lanata // Foto: Rodrigo Néspolo, La Nación

El periodista Jorge Lanata murió este lunes, luego de una larga internación en el Hospital Italiano y varias complicaciones en su cuadro clínico a lo largo de más de seis meses. El célebre conductor radial y televisivo tenía 64 años.

Lanata pasó los últimos días en la terapia intensiva del hospital ubicado en el barrio de Almagro. Y si bien su entorno mantenía las esperanzas de un posible traslado a un centro de rehabilitación, distintas afecciones fueron alejando esa posibilidad. “La terapia intensiva es un día a día”, explicó Elba Marcovecchio luego de Navidad, cuando le consultaron por la evolución de su marido.

Según el último parte médico oficial, que se dio a conocer el viernes 6, Lanata en ese momento se encontraba “vigil, afebril y en ventilación mecánica durante la noche”. El parte agregaba, además, que estaba hemodinámicamente estable y no requería drogas vasoactivas. Después de que ese documento vio la luz, no se volvió a emitir un parte desde el centro médico, pero fue principalmente su hija mayor, Bárbara, quien se ocupó de dar a conocer las novedades a la prensa.

“Mi papá está estable. Es un día a día. O sea: no está ni mejor, ni peor”, le contaba la productora de Lanata sin filtro a LA NACIÓN, a mediados de diciembre. “Ahora lo que pasa es que le duele mucho la cara y las escaras. Eso es típico de las internaciones y la traqueostomía, lo conectan a una asistencia respiratoria solo a la noche. Durante el día lo desconectan y él puede hablar con la válvula fonatoria. Está comiendo por el botón gástrico porque al estar tanto tiempo entubado y con la traqueostomía pierde la capacidad de deglución. Tiene que hacer rehabilitación de deglución. Además, está con una sonda. Eso a la larga es como la intubación, no está bueno tener el tubito atravesándote la nariz. Entonces le hicieron un botón gástrico: un agujerito que va directo al estómago, que es algo que pidió como requisito el lugar de rehabilitación porque es más cómodo para los pacientes, él está alimentándose así. Está mejor de lo que estuvo. Todavía no lo van a mandar a rehabilitación porque para eso necesita estar estable varios días, sin fiebre, sin dolor, sin problemas de presión. Hay veces que le baja o le sube la presión y a veces se agita. No es que esté mal, pero tampoco está para rehabilitación: quieren estar muy seguros”.

Fuente: lanacion.com.ar