Por Davíd Nogales
Fuente: Pulso / La Tercera
Presentó un requerimiento ante el TDLC y pide que se aplique la multa máxima, que en total asciende a US$ 70 millones. Clave fue el mecanismo de la delación compensada.
Un nuevo caso de colusión sacude a la economía chilena, específicamente en la industria del salmón. La Fiscalía Nacional Económica (FNE) informó esta tarde que presentó ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) un requerimiento en que acusa de coludirse a las cuatro principales empresas productoras de alimentos para salmón que operan en el país.
“En su presentación, la Fiscalía solicitó al TDLC que aplique a Biomar, Skretting y a Salmofood, una multa de 30.000 Unidades Tributarias Anuales (UTA) a cada una, monto máximo contemplado en la ley vigente cuando ocurrieron los hechos acusados y que asciende a unos US$ 70 millones en total”, dijo la entidad.
La FNE solicitó esta multa debido a la “gravedad y extensión temporal del acuerdo” y a que las empresas requeridas son las únicas que comercializan alimentos para salmones en Chile, por lo que sus clientes debieron pagar los precios del cartel al no contar con ofertas alternativas. De acuerdo a la investigación de la FNE, el precio del alimento explica más de 50% del costo total del salmón.
Todas estas empresas tienen sus matrices en el extranjero: Ewos, en Estados Unidos; Biomar, en Dinamarca; Skretting, en Holanda; y Salmofood, en Perú.
Delación compensada
El mecanismo que permitió detectar este caso fue la delación compensada. Claro porque Ewos delató la existencia de este acuerdo y aportó los antecedentes que dieron origen a la investigación y evidencia “que luego fue fortalecida a través de diversas diligencias, entre ellas, la entrada, registro e incautación en las oficinas de las compañías y declaraciones de diversos ejecutivos, entre otras”.
“En este caso, nuestra investigación tuvo como punto de partida la confesión de uno de los integrantes del cartel, lo que no hace sino ratificar el rol esencial que la delación compensada cumple en la detección y persecución de la colusión”, dijo el Fiscal Nacional Económico, Ricardo Riesco.
El método
De acuerdo a la FNE, las acusadas ejecutaron el acuerdo principalmente de dos formas: la primera fue mediante la coordinación de los precios de las dietas y de los volúmenes de alimento que abastecerían a sus clientes; y la segunda, a través de la coordinación de los precios de algunas de las materias primas más relevantes que componen el alimento y que cobraban a sus clientes en las listas de precios.
“Según el requerimiento, los ejecutivos de estas compañías se coordinaban normalmente a través de correos electrónicos, reuniones y llamadas telefónicas e intentaban eliminar los rastros de estos contactos. En el requerimiento, la FNE detalla algunas de las comunicaciones entre ejecutivos de las empresas en que coordinan los precios de las dietas y de las materias primas utilizadas para producir el alimento”, detalló la entidad fiscalizadora.
Para la Fiscalía estas comunicaciones dan cuenta de que algunos ejecutivos utilizaban palabras clave para referirse a la competencia, refiriéndose a ellos como “rojos”, “verdes” o “azules”. Asimismo, aludían al conjunto de los integrantes del cartel como “club de Toby” o “familia Ugalde”.
Este es el séptimo caso en el cual la FNE presenta ante el TDLC un requerimiento que incluye el mecanismo de delación compensada, reconocido como el instrumento más efectivo para la detección y persecución de carteles a nivel mundial.
En razón de la época en la que ocurrieron los hechos acusados, no es aplicable la modificación legal de agosto del 2016, que volvió a tipificar la colusión como un delito en Chile y estableció penas de cárcel para esta conducta.