80 votos a favor y 72 en contra, más algunas abstenciones y la ausencia de Miguel Mellado (RN). Esa era la proyección que hacían ayer en la centroizquierda en torno al eventual resultado de la acusación constitucional que impulsan contra el ministro del Interior, Víctor Pérez, libelo que desde las 10.00 horas revisará hoy la Cámara de Diputados.
En el sector están seguros de que -si todo se mantiene igual- durante esta jornada la sala terminará por aprobar la acción en la que acusan al jefe de gabinete de no haber aplicado la ley en el marco del paro de camioneros; vulnerar el derecho de la igualdad ante la ley; y no ejercer el control jerárquico sobre Carabineros.
Las mismas fuentes sostienen que, pese a las intensas gestiones que ha realizado el gobierno, las cartas ya estarían echadas y Pérez quedaría hoy suspendido de sus funciones hasta que el Senado -entre el cuarto y el sexto día desde que se le notifique- defina si el ministro es o no culpable.
La oposición necesita 78 votos, en caso de que participen los 155 parlamentarios, para que se apruebe la admisibilidad de la acción. Así, de cumplirse las apuestas, la posibilidad de que el sector se anote un triunfo y le propine una derrota a La Moneda se moverá en un estrecho margen.
En la centroizquierda, en todo caso, la mayoría de las bancadas están convencidas de que existe mérito jurídico suficiente para que el libelo siga su curso a la Cámara Alta y, más aún, para que el ministro sea destituido de su cargo e inhabilitado para ejercer cargos públicos por cinco años.
Por lo mismo, las miradas y las gestiones opositoras han estado concentradas en convencer a votos considerados clave, principalmente de la DC e independientes. En la centroizquierda aseguran que en la bancada democratacristiana, que ha sido gravitante en el desenlace de varias acusaciones constitucionales, se juega esta vez algo distinto.
Fuente: La Tercera