El legado de vida de Nicolás Soto Estroz, el primer mártir del Cuerpo de Bomberos de Villarrica, está lejos de apagarse.
Así ha quedado demostrado en las últimas horas, donde se han hecho públicos al menos dos casos de menores que recibieron órganos que fueron donados por él, tal como lo expresó en vida.
De acuerdo a lo informado por El Austral, son al menos cuatro pacientes de distintas zonas del país los que fueron trasplantados gracias a él.