El único operario presente en la planta Caipulli de la Empresa Sanitaria de Los Lagos (Essal) la noche previa al masivo corte de agua en Osorno declaró en calidad de imputado declaró ante los investigadores de la fiscalía y la PDI, durante la semana pasada, revelando la precariedad en la operación.
La declaración, cuyo extracto fue publicado este martes por el diario El Mercurio, detalla una a una las múltiples labores que habitualmente hacía el hombre en su solitario turno de noche, que se extendía entre las 20:30 y las 08:30 horas.
Todo esto, en una planta de agua sin iluminación acorde, con equipos precarios y con restricciones para usar electricidad.
El funcionario explicó que tras recibir el turno sin novedades, «alrededor de las 23:10 horas, me trasladé hasta el sector de la planta baja, donde se encuentra el estanque de almacenaje de petróleo, procediendo a realizar el trasvasije (…) al generador de electricidad que se había utilizado desde las 18:00 y hasta las 23:00 horas, dado que esas son las horas de restricción eléctrica y, por ende, el valor de la electricidad es mayor».
Es precisamente en esta última tarea donde el operario acusa su error: «Siendo las 23:10 horas, abrí las dos válvulas del estanque de petróleo que están conectadas por una sola cañería al generador (…). Después me retiré en dirección a la oficina de la planta alta, ubicada a unos 100 metros, calculando que en aproximadamente 40 minutos se realizaría la carga completa al generador (…); sin embargo, me olvidé del procedimiento, acordándome de ello a las 00:10 horas (…), es decir, 20 minutos más de lo que corresponde, razón por la cual me trasladé en forma inmediata al sector de la planta baja, procediendo a cerrar las dos válvulas».
«Hay que golpearlo con una piedra»
Consultado por la PDI, el operario afirmó desconocer «cuánto fue la cantidad total de petróleo que se trasvasijó desde el estanque al generador y por ende el combustible que se rebalsó, sumado a que el piso es de ripio tierra, por lo cual pudo ser absorbido». Sin embargo, sí aclaró que el estanque donde se almacenaba el carburante tiene una capacidad de 2 mil litros, versus los 350 litros de capacidad que posee el reservorio del generador.
El generador, dijo, «cuenta con un indicador de llenado, que consta de una aguja, la cual periódicamente presenta problemas en el marcaje, razón por la cual hay que golpearlo con una piedra para que muestre el nivel real».
El operario advierte luego «la existencia de una película de petróleo que salía desde la ventilación ubicada en la parte superior del estanque local del generador», por lo que procedió «a inspeccionar alrededor del generador, haciendo uso de una linterna, ya que el lugar no cuenta con iluminación, donde no observé combustible en el suelo».
«No le di mayor importancia»
El hombre aclaró a la Policía que «debido a la experiencia que tengo, no le di mayor importancia a este punto, dado que no vi ninguna acumulación de petróleo en el suelo que pudiera provocar la filtración a los estanques de agua, por lo cual no di cuenta de lo ocurrido (…) como tampoco dejé registro alguno en el libro de novedades, tal como lo establece el protocolo».
El trabajador relata que, ya de mañana y al finalizar el turno, «me trasladé en un furgón de la empresa (…) a fin de ir a buscar a mi colega del turno entrante», a quien de vuelta en la planta le entregó el turno a las 08:30. Esto, «no sin antes revisar juntos el lugar con luz natural para verificar lo que yo había intuido, corroborando que desde mi punto de vista, nada grave había sucedido, no existiendo filtración de combustible a los estanques de agua, pero si (sic) había un olor a combustible en la sala de bombas».
Tras esto, el operario afirma que minutos después se comunicó por teléfono con un superior al que le informó de lo sucedido, «quien a su vez instruyó inspeccionar el hecho a otro colega (…) por lo cual yo me retiré a mi domicilio a descansar, en donde alrededor de las 13:00 horas me entero que el agua de Osorno proveniente de la Planta Caipulli, mi lugar de trabajo, estaba contaminada con petróleo, momento en el cual me di cuenta de que lo más probable es que yo había sido el responsable de tal situación».
Por su parte, el diario La Tercera consigna en sus páginas que, según cercanos al operario, este está sumamente afectado por la situación, la cual califican como un accidente y no como algo intencional. Es por su estado de ánimo que por estos días está con licencia médica.
Fuente: Cooperativa