En una columna de opinión publicada en la edición de este lunes 10 de julio del Diario El Austral de Osorno, la directora de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno A.G., Karen Wunderlich Arismendy se refirió a la discusión planteada en el país respecto al denominado «pacto fiscal».
«En Chile, podemos ver (…) que conforme ha aumentado la carga fiscal tras sucesivas reformas tributarias, ha disminuido la inversión y con ella, la recaudación» analiza.
Te invitamos a leer y compartir esta columna en tus redes sociales.
Hay realidades que por obvias no se dicen y como no se dicen, se olvidan. Una de ellas es que el dinero que administra el Estado proviene de los impuestos que pagan los contribuyentes. Por tanto, para que exista recaudación, se necesita inversión.
Si después de impuestos hay margen de rentabilidad para quien hace la inversión, ésta se mantendrá y con ella los impuestos que genera. Si los costos (e impuestos) absorben toda la rentabilidad, ese emprendimiento se torna inviable y muere.
Por tanto, lo primero a revisar en un pacto fiscal son los incentivos (o desincentivos) a las actividades que pagan impuestos y generan recaudación.
Cuando en Chile se han discutido reformas tributarias, se ha planteado lo anterior: con menor carga impositiva se estimula la inversión y aumenta la recaudación. A dicha lógica podemos agregar la evidencia.
En España, con un sistema político de 17 comunidades autónomas, cada una de ellas puede establecer impuestos regionales, lo que facilita la comparación de políticas tributarias entre dichas comunidades.
Hecha la comparación, observamos que a nivel regional el sistema tributario más competitivo es el de Madrid, que con la menor presión fiscal de España tiene la mayor recaudación por habitante relativa a impuestos sobre la renta personal y la propiedad: 59% más que la media. Con ello, Madrid se ha convertido en un foco que atrae inversión desde toda España y América.
Trasladada esa evidencia a Chile, podemos ver, a la inversa, que conforme ha aumentado la carga fiscal tras sucesivas reformas tributarias, ha disminuido la inversión y con ella, la recaudación.
En nuestra región, las principales actividades económicas son la ganadería, la acuicultura y la industria forestal, todas ellas altamente demandantes de capital, con estrechos márgenes de rentabilidad, muy dependientes de factores climáticos y por tanto muy sensibles a las políticas tributarias.
Hacemos un llamado a nuestros representantes parlamentarios para que recogiendo la experiencia internacional y local, legislen para el mayor desarrollo posible de nuestra región, el cual necesita una inversión que además contribuirá a la recaudación.
Por Karen Wunderlich Arismendy
Directora de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno
Publicada en el diario El Austral de Osorno
Lunes 10 de Julio de 2023