En el contexto de los dos años de la caída del viaducto, Germán Mancilla, padre del joven que esa noche falleció producto del hecho se refirió en duro términos a las autoridades regionales y locales sobre su actuar durante este tiempo. En primera instancia acusó abandono y poca empatía y además emplazó a dar continuidad al sumario que se inició internamente en el Ministerio de Obras Públicas y municipios de Osorno y Puerto Octay.
Mancilla dijo que “nos sentimos abandonados como familia”, “las autoridades se han hecho los locos no han estado a la altura que deberían estar”.
Asimismo, señaló que son “una vergüenza nuestras autoridades regionales” ya que nunca más se comunicaron con ellos para comentar sobre los procesos. Añadiendo que la última vez que hubo contacto fue el 23 de junio del 2018 a la 4 de la madrugada cuando se le notificó del accidente.
Por su parte, Rafael Alvarado, quien en aquel tiempo era presidente de la mesa medioambiental de Cancura comentó que “desde un principio partió el Intendente dando pasos irreales”, sin embargo, el seremi James Fry sí habría entregado reales.
Germán Mancilla dijo que el alcalde de Osorno y Puerto Octay, ni el Seremi de Obras Públicas, ni el Intendente se acercaron durante este tiempo, por lo mismo considera que son “una vergüenza regional” ya que parecería que “cerraron filas” respecto al tema.
De igual forma, señaló que “estan de pie” actualmente por las buenas gestiones y la empatía que ha tenido el fiscal Naim Lamas respecto al caso luego de que formalizara al inspector fiscal a cargo de la obra, dependiente de Vialidad, al dueño de la empresa constructora a cargo de los trabajos de mantención del puente, y al profesional residente que estaba a cargo de las obras.
A modo de reflexión, Mancilla finalizó diciendo que sería bueno que el Intendente de la región de Los Lagos, Harry Jürgensen dé un paso al costado entendiendo su actuar ante esta trágica situación, así como también, por los compromisos que no habría cumplido con la familia.