Desde su arribo a Chile, luego de 30 años de la primara vista de un Papa al país, Francisco I actual líder de la iglesia católica causó expectación entre los fieles que residen en territorio nacional y del resto de Sudamérica.
En su primera actividad formal durante la jornada de martes 16 de enero, llegó hasta La Moneda donde fue recibido con honores como corresponde a la visita de un jefe de Estado, siendo la presidenta Michelle Bachelet quien lo esperó al ingreso al edificio para luego dar paso a los discursos de ambos.
Luego de la intervención de Bachelet, el Santo Padre inició su primer discurso oficial en territorio nacional desde el Patio de Los Naranjos, destacando entre otro puntos las palabras de perdón y vergüenza por los abusos cometidos en contra de algunos, por parte de ministros de la iglesia a nivel mundial.
Ante tal mensaje es que una de las reconocidas víctimas del sacerdote Fernado Karadima, el profesional chileno Juan Carlos Cruz, calificó el discurso papal de un titular barato y vacío que se ha repetido por largo tiempo y que en concreto no muestra intensión de acciones para terminar con estos actos de abuso.
A su juicio, el Papa olvidó referirse al dolor y vergüenza que las víctimas de abusos también sienten y el nulo apoyo que han recibido desde la Conferencia Episcopal, lo que se ve relajado con las dificultades desde la organización para considerarlos en un encuentro con el Santo Padre y poder plantearles su visión y verdad sobre los hechos tan dolorosos vividos.
Juan Carlos Cruz tuvo palabras de reflexión también, sobre la confirmación de la carta de Francisco I al Episcopado en Chile, donde se advierte que él conoce sobre las acusaciones de abuso que existen sobre Barros y que pese a su intento de sacarlo, finalmente lo tuvo que designar igual. A juicio de Cruz queda en evidencia y reivindica todo lo que han reclamado y pedido los Laicos de Osorno, se reconozca.
Imagen: ACI prensa