Este Domingo de Pascua, el Papa Francisco sorprendió a los fieles al recorrer la Plaza de San Pedro en su papamóvil, saludando a los asistentes y bendiciendo a algunos bebés, pese a seguir convaleciente por una neumonía que lo mantuvo hospitalizado hace pocas semanas.

En su tradicional discurso de Pascua, leído por un colaborador desde el balcón de la Basílica de San Pedro, el pontífice denunció “la dramática e indigna crisis humanitaria” en Gaza y pidió un alto al fuego, la liberación de rehenes y ayuda humanitaria para la población afectada.

También expresó su inquietud por el aumento del antisemitismo en el mundo y defendió la libertad de pensamiento y religión como pilares para lograr la paz.

“Allí donde no hay libertad religiosa o libertad de pensamiento y de palabra, ni respeto de las opiniones ajenas, la paz no es posible”, sostuvo.

Cabe destacar que el pontífice de 88 años, continúa con su recuperación, pero quiso estar presente en la jornada más importante del calendario cristiano.