Gracias a una operación que inició en enero del año pasado, denominada “Frontera Norte”, la Policía de Investigaciones de Chile (PDI), en conjunto con el Ministerio Público e Interpol, lograron detener a nueve presuntos miembros de una red de tráfico de migrantes que operaba en nuestro país y que se dedicaba a sacar del territorio a menores de edad con destino a Estados Unidos.
Los arrestos se realizaron el pasado 29 de septiembre en Arica, cerca de la frontera con Perú, e incluyen a cuatro ciudadanos chilenos, dos venezolanos y un peruano, haitiano y paraguayo, quienes serán formalizados por asociación ilícita y tráfico de migrantes.
El operativo que permitió detener a la red de tráfico de migrantes
Según informaciones aportadas por la investigación del operativo, se estima que esta red consiguió movilizar cerca de un millar de migrantes haitianos hacia México y Estados Unidos, de los cuales, se contabilizaron a 267 hijos de haitianos nacidos en Chile, de seis años o menos, en la ruta de salida irregular hacia Estados Unidos desde Costa Rica, Guatemala, México, Nicaragua y Panamá.
“El año pasado fue detectado un flujo migratorio irregular que involucraba a niñas y niños menores de cinco años, todos de nacionalidad chilena, hijos de padres haitianos que fueron detectados en diferentes estaciones migratorias de países ruta hacia Estados Unidos”, señaló el subprefecto de la PDI, Jordano Lanzarini, quien aportó detalles respecto de la forma en que operaba la organización criminal.
“Para la salida de estos ciudadanos haitianos y los niños chilenos cobraban alrededor de 140 mil pesos, pero para los ingresos ilegales a nuestro país de extranjeros cobraban $200 dólares (poco más de 161 mil pesos)”, agregó.
Cómo operaba la banda
La banda de facilitadores ofrecía sus servicios a través de grupos de WhatsApp, los que incluían el transporte de migrantes hasta la frontera nacional con Perú, desde donde comenzaban la travesía hacia los Estados Unidos. Así como el ingreso ilegal a Chile de ciudadanos extranjeros, en su mayoría de origen colombiano y venezolano.
“Es espantoso pensar en lo que han sufrido estos niños vulnerables, algunos de ellos de pocos años. La diligencia de la PDI en la investigación y el desmantelamiento de esta red, con el apoyo de otros países involucrados a través de Interpol, muestra lo que la cooperación policial puede lograr cuando se comparte información”, finalizó Jürgen Stock, secretario general de Interpol.