Pentacampeona: Bárbara Riveros agiganta su leyenda en Ironman de Pucón

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Bárbara Riveros corre sola. O así parece. Pucón es su prueba y ahí nadie la baja de lo más alto. Y ahora, una vez  más ratificó su dominio absoluto en el Ironman 70.3 del sur de Chile, donde alcanzó el pentacampeonato de forma consecutiva.

Demoró 4 horas 30 minutos y 7 segundos en quedarse con el oro. Segunda fue la estadounidense Alicia Kaye (4h 36’02”), mientras que Macarena Salazar sorprendió al quedarse con el bronce, en 4h 37’13”.

En una carrera perfecta, calcada a muchas, aprendida al dedillo, la campeona panamericana de la disciplina demostró toda su jerarquía. Fue la primera en salir del agua, donde logró superar los 1.900 metros de natación en 28″13.

Luego, en los 90 kilómetros de ciclismo, aprovechó la larga ruta hacia Curarrehue para guardar piernas para el gran final: las temidas tres vueltas hacia la Península. Allí, la estadounidense Alicia Kaye tomó la ventaja; fue su único momento en la punta. Sobre las dos ruedas, Bárbara tardó 2 horas con 30 minutos y 16 minutos.

Ya en el pedestrismo, Riveros se calzó la corona. Su performance allí, en su gran fortaleza, de inmediato la envió a liderar la prueba. En cada zancada, la triatleta demostraba el buen nivel por el que pasa, corriendo sin mayores problemas; se vio entera durante los 21 kilómetros de carrera: los completó en 1 hora 27 minutos y 32 segundos.

Así, una vez más, Bárbara demostró su jerarquía en el triatlón nacional y latinoamericano. En 4 horas 30 segundos y 7 segundos, estiró aún más su leyenda en Pucón. Los Panamericanos de Lima ahora son su nuevo desafío. Chile puede soñar.

Asenço domina en varones

Antes, en la competencia de varones, se desarrolló también una interesante lucha por el podio. Allí, siempre fueron cuatro los favoritos: el estadounidense Andy Potts, el brasileño Santiago Asenço, y los chilenos Felipe Barraza y Felipe van de Wyngard.

Durante la etapa de nado, fue Barraza quien comenzó dominando, saliendo primero de la transición hacia el ciclismo. Pero rápidamente fue Potts, el favorito y actual campeón del Ironman 70.3 de Coquimbo, quien comenzó a liderar.

Pero la pelea no estaba cerrada. En el trote, el brasileño Santiago Asenço sorprendió, donde finalmente se hizo valer de su buena corrida para terminar colgándose el oro. Lo hizo en 3 horas 59 minutos y 33 segundos. Potts se quedó con la plata (4h 02’45”) y Barraza el bronce, con (4h 04’45”).

Fuente: La Tercera