“El Papa nos pidió formalmente perdón, a nombre propio y de la Iglesia universal”. Esta fue una de las primeras frases que entregaron James Hamilton, Juan Carlos Cruz y José Andrés Murillo, tres víctimas de abusos sexuales por parte de Fernando Karadima, mientras se encontraban en una conferencia de prensa que ofrecieron al finalizar las reuniones que desde el viernes y hasta el lunes sostuvieron con el Pontífice, en el Vaticano. Ante esto, es que desde las distintas organizaciones comenzaron a surgir las incertidumbres respecto a qué significa este mensaje y qué ocurrirá de aquí en adelante.
Parte del testimonio entregado por James Hamilton particularmente fue contundente sobre la conclusión final de lo que se apreció tras lo conversado con el Pontífice, donde puntualizó que efectivamente les pidió perdón a nombre propio y de Iglesia.
Quienes comenzaron a plantearse conclusiones, fue el movimiento de Laicos, el cual encabezado por Mario Vargas concluyó que esto fue un gesto único lo cual esperan se transforme en acciones concretas, como por ejemplo la destitución del obispo Juan Barros de la diócesis osornina.
Cabe decir que desde el 26 de abril, el Pontífice fue escuchándolos uno por uno, por separado y también juntos, respecto de su visión del expárroco de El Bosque y de las acusaciones que apuntan al obispo de Osorno, Juan Barros, por presuntos encubrimientos.