Una profunda crisis económica y social está viviendo un grupo importante de pescadores artesanales de la región debido a la presencia del lobo marino en las faenas de pesca.
El mamífero se acerca en grupo a las artes de pesca y devora los peces capturados o se come parte de ellos, los que finalmente no sirven para su venta.
Juan García, presidente de la asociación de Pescadores Artesanales Demersales y Ramos Similares de la zona sur austral, comentó que las pérdidas son altas, además de la afectación psicológica que provoca en los hombres de mar.
Tal es el daño que está provocando el lobo marino, que actualmente en la caleta Anahuac, en la capital regional, trabajan 15 embarcaciones, de las 60 que había hace algún tiempo.
La presencia del mamífero está en el seno del Reloncaví, como en el Golfo de Ancud, por lo que el dirigente solicita que se legisle para que puedan pescar en otros puntos.
Asimismo, dijo que una de las soluciones es tener lanchas con mayor virado y que se les asegure económicamente las artes de pesca ante el daño del lobo marino.
Sobre esta situación y a través de una petición del diputado Mauro González, la Cámara de Diputados aprobó una resolución donde se le pide al Ejecutivo declarar emergencia pesquera y otorgar medidas de apoyo económico para los pescadores artesanales
afectados por ataques de lobos marinos.