Trabajadores y emprendedores de la capital regional, se mostraron angustiados por el efecto que las movilizaciones violentas están provocando en sus fuentes de trabajo.
Teresa Cárcamo, locataria del minimarket Superpan, dijo estar de acuerdo con las demandas sociales, pero manifestó el temor que sienten en cada jornada de trabajo.
Dámaris, dependiente de la tienda de calzado Apolo, dijo estar de acuerdo con las demandas, pero no con las marchas violentas, agregando que los manifestantes deben tomar conciencia que hay padres y madres de familia que necesitan trabajar.
El seremi de Economía Francisco Muñoz, hizo un llamado a cuidar las fuentes de empleos y dar continuidad a los rubros que generan el empleo en la región.
Los empleadores y trabajadores afectados, indicaron que pese al término del toque de queda, los potenciales clientes no llegan a sus negocios, ya que con las marchas se registran problemas en la movilización y además se ven obligados a cerrar sus locales.
