Aunque la demanda interna no ha registrado grandes cambios a consecuencia de la crisis económica derivada de la pandemia, la oferta de animales a nivel de ferias ha disminuido de manera importante durante los primeros meses del presente año, con el consiguiente aumento de precios. Esto, según explica Ignacio Etcheverry, Gerente Comercial de Frigorífico Osorno, obedece a la alicaída masa ganadera que registra nuestro país, lo que sumado al cierre temporal de algunas plantas faenadoras autorizadas para exportar al mercado chino – durante el mes de mayo – y a la inestabilidad del dólar dan cuenta de la contracción de este sector productivo.
El sostenido crecimiento de la producción de carne bovina que venía experimentando durante los últimos tres años el sector ganadero nacional pareciera llegó a su fin. Esto a la luz de los últimos datos publicados por la ODEPA en su habitual Boletín de la Carne, donde el cuatrimestre enero-abril del presente año registró cifras negativas en una serie de indicadores productivos que avizoran un año complejo para esta actividad económica del país.
Según indicó el citado organismo dependiente del Ministerio de Agricultura, el sector de carne bovina el año pasado concluyó con cifras positivas, aumentando la producción en un 5,4% respecto al año anterior (2019), dado principalmente por un crecimiento de la faena de vaquillas que aumentó 15,4%.
Fuente: Boletín de la Carne, Mayo 2021, ODEPA
Sin embargo, el panorama ha ido cambiando diametralmente en lo que del presente año. Según consigna el boletín, durante el primer trimestre de 2021 se observó una variación negativa del 4,7%, atribuyendo dicha contracción -dice el boletín- “a una disminución en la faena de hembras, principalmente vacas carnazas y vaquillas, y en menor medida al beneficio de novillos”.
Revisando en más detalle, el boletín muestra que el beneficio de novillos bajó a 103.979 animales en comparación a los 110.577 que se registraron para el mismo período del año anterior; al igual que las vaquillas, disminuyendo de 51.113 cabezas (ene-mar 2020) a 45.720 (ene-mar 2021).
En cuanto a precios, el boletín agrega que, de acuerdo a datos proporcionados por la Asociación Gremial de Ferias Ganaderas (AFECH), se registró una fuerte alza en los precios de remate de ganado vivo en todas sus categorías, destacando el novillo gordo con un incremento del 33,4% (promedio nacional de $1.634 kg) y el ternero con una variación positiva del 30,1% (promedio nacional de $1.388 kg).
Fuente: elaborado por ODEPA con información de Afech A.G.
Para Ignacio Etcheverry, Gerente Comercial de Frigorífico Osorno, estas cifras muestran dos efectos importantes: menos oferta de ganado para las plantas faenadoras y precios más altos en las ferias de ganado.
“No existe duda que se ha eliminado más ganado en perjuicio de la reposición, lo que evidencia una vez más y de manera fehaciente la disminución de la masa ganadera que viene registrando nuestro país desde hace varios años”, dice.
Las causas de esta disminución – explica Etcheverry – son varias. “Si bien no es secreto para nadie, la ganadería ha ido perdiendo terreno frente a otras actividades productivas que arrojan una mejor rentabilidad en el uso de la tierra. El buen momento que atraviesan los cultivos y la incipiente actividad frutícola que se ha ido posicionado cada vez más en la zona sur han sido determinantes, considerando que esta zona concentra el 70% de la producción ganadera nacional”.
Pero eso no es todo – agrega – la actividad lechera también pasa por un buen momento. “El productor lechero ha ido privilegiando la crianza de hembras por sobre los machos, valiéndose del uso de semen sexado para ir generando sus vaquillas de reposición y destinando un remanente de ellas para comercializarla como ganado vivo de exportación, un negocio que también ha resultado muy atractivo en los últimos años”.
Es por ello que destaca de suma relevancia los resultados del censo agropecuario que en la actualidad está realizando el INE y cuyos datos despejará una serie de dudas en cuanto a las existencias reales de ganado bovino del país, las que a su juicio debiera rondar entre los 2,3 a 2,5 millones de cabezas de ganado.
“Aunque esa cifra es baja y dista mucho de la masa ganadera que hubo en los 80 (3,7 a 4 millones), revela un aspecto positivo y que dice relación con un índice productivo como es la tasa de extracción. Al analizar las cifras podemos ver que en promedio estamos faenando cerca del 33% todos los años, lo que demuestra que nuestros productores producen animales bastante rápido en comparación a países que siendo más ganaderos sus tasas de extracción son bastante menores”, destaca Etcheverry.
En efecto. Los datos de la ODEPA permiten aventurar que de acuerdo a los totales de animales faenados en los dos últimos años y a razón de una masa ganadera de 2,5 millones, la faena anual es de 850 mil animales aprox.
Fuente: Boletín de la Carne, Mayo 2021, ODEPA
Otro aspecto importante, a juicio de Etcheverry, es que al haber menor oferta de ganado, el precio se ha elevado a rangos muy altos. ”A nivel global estamos atravesando por un ciclo de precios altos de los commodities, entre ellos la carne, pero en nuestro país esta alza ha sido aún más relevante, al punto que hoy día los valores en que se transa el ganado en las ferias nacionales se ubica entre los tres más caros del mundo, lo que finalmente repercute en el mercado interno, aumentando las importaciones y restando competitividad a toda la cadena productiva”, asegura.
En este sentido, los datos de la ODEPA muestran que las exportaciones de carne bovina no han escapado a esta tendencia. Los envíos han disminuido 4,6% en igual período de 2020 y, por consiguiente, con una baja en los retornos, contabilizándose 6.355 toneladas exportadas por un total de 25,5 millones de USD FOB. El valor por tonelada alcanzó los 4.020 USD, cifra 6,9% inferior comparado con el mismo periodo de 2020.
Esta disminución obedecería también – dice la ODEPA – al cierre temporal de algunas plantas faenadoras autorizadas para exportar a China. Al respecto Etcheverry dice “en el mes de mayo se produjo una revisión de los protocolos Covid en plantas faenadoras de pollo, cerdo y vacuno por parte de agentes inspectores de China, lo que desembocó en el cierre temporal de algunas plantas pero ya están todas operativas”.
Sólo las importaciones han aumentado. Para el período enero – abril se reportaron ingresos de 81.749 toneladas, lo que equivale a un 25,5% en comparación a 2020. Paraguay continúa liderando los volúmenes con el 49% del total, seguido de Brasil con un 30%. Más atrás, aparecen importaciones de Argentina, EEUU, Uruguay e, incluso, carne proveniente de Colombia. El boletín señala además que el precio promedio de importación alcanzó los 5.390 USD/toneladas, un 6,2% mayor a los registrado para el mismo periodo de 2020.
El ejecutivo de Frigorífico Osorno recalca que este año ha escapado del ciclo que históricamente ha caracterizado la producción nacional, el cual se mostraba con una fuerte oferta de noviembre a mayo y una baja para el período junio-octubre. “Pero este año no ha sido así. Ni siquiera la sequía que afectó a la zona sur desde febrero a abril hizo subir la oferta. Por lo mismo, las expectativas para los meses siguiente son muy complejas y no debiera extrañar que tengamos mayores alzas en los precios, lo que sin duda impactará al mercado nacional, en especial, a las plantas faenadoras que deben asegurar una para mantener los costos operativos”, señala. Y agrega “ahora la inestabilidad del dólar, con una clara tendencia a la baja post últimas elecciones, acrecienta aún más esta baja competitividad”.
Coyuntura argentina
Respecto a posibles efectos tras la paralización temporal (30 días) de las exportaciones de carne argentina, una medida adoptada por el Gobierno de Alberto Fernández y que busca contener la inflación , el ejecutivo de Frigorífico Osorno destaca que no debiera generar un impacto mayor en el mercado nacional.
“La carne argentina tiene una menor participación en el mercado nacional. El 2020 se registraron importaciones que oscilaron en las 32 mil toneladas, representando un 14% de las importaciones totales. Pero en algo va influir, en especial para la oferta del retail. Como se trata de carne de buena calidad, tal vez se intentará suplir esa falta de oferta con carne nacional pero a un valor alto. Eso hay que tenerlo muy presente”, dice.
“La medida es por 30 días pero se puede alargar. Creo que la participación de carne argentina en el mercado nacional se va a mantener en modo , es decir, entrando y saliendo porque es difícil que se sostenga el cierre por mucho tiempo”, acota.
Consultado sobre si esta coyuntura puede gatillar una recuperación de los volúmenes que nuestro país exporta, especialmente a China, señala “con la masa ganadera que tenemos difícil, probablemente habrá una demanda permanente pero, insisto, la gran limitación interna que tenemos es lo que nos juega en contra. No debemos olvidar que China le está abriendo las puertas a la carne de EEUU y por ahí puede que en un futuro veamos un impacto mayor para nuestro mercado”.
Etcheverry destaca que China sigue siendo un mercado fuerte pero sólo para un segmento de carne. “Colocar un novillo en el mercado exportador es imposible con los precios que tenemos hoy día y más difícil aún por los bajos niveles de infiltración de grasa (marmoleo) de nuestros animales que basan su alimentación en praderas que lo hacen menos apetecido por el mercado asiático”, señala el ejecutivo de Frigorífico Osorno, planta que procesa el 51% del total de carne vacuna que exporta hoy día nuestro país, volumen que se destina a China (84%), Canadá (5%), Corea (2%) y EEUU (2%), entre otros.
Fuente: Feria de Osorno S.A . Grupo de empresas.
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