«Hay un aumento considerable de secuestros en Chile. Es un desafío que, probablemente, a ese nivel de sofisticación y complejidad no nos habíamos enfrentado».
Eso ha señalado en los últimos días el fiscal nacional, Ángel Valencia, en torno a los cada vez más habituales delitos de secuestros en el país. Casos en Illapel, Rancagua, Tarapacá y Estación Central han puesto la alerta en las autoridades.
Y las cifras apoyan lo dicho por Valencia. De hecho, según registros entregados por la máxima autoridad del Ministerio Público, «el año 2021 tuvimos 492 denuncias de ser por secuestro. En el año 2022 tuvimos 826, o sea, pasamos de casi 500 a un poquito más de 800 denuncias en el contexto de un año. Y veníamos de un periodo en que las denuncias por secuestro rondaban en torno a un poco menos de 500, pero teníamos un aumento progresivo desde el año 2017, que termina con esta, no quiero decir explosión, pero este aumento significativo entre el 2021 y el 2022».
De acuerdo a la BIPE Antisecuestros Metropolitana de la PDI, organismo a cargo de todos los casos de esta índole desde Talca a Arica, en lo que va de este 2023 se registran 118 concurrencias por secuestros. Pero de ellas, 46 terminaron siendo casos reales de rapto.
«26 corresponden a narco-secuestros, que es lo que predominan en el país. Otros 16 son secuestros de otro tipo y hay 3 casos de carácter pasional», detalla Hassel Barrientos, subprefecto de la PDI y encargado del área BIPE.
Y estos 46, contabilizados hasta este 16 de noviembre, ya igualan el registro de todo el 2022. De los del año pasado, 22 fueron narco-extorsivos y 24 «con otros fines».
Acá también hay otros datos. El 2022 hubo un total de 76 detenidos por estos casos. Y de ellos, 44 son venezolanos, 9 colombianos y 23 chilenos. Y en este 2023, son 50, con predominio también de extranjeros.
El 2021 los secuestros reales llegaron a 26 (8 narco-extorsivos, 17 otros fines y 1 pasional), los que dejaron 22 detenidos. Acá la tendencia se inclinó por los chilenos, siendo 18, mientras que hubo 3 de Colombia y uno de República Dominicana.
En lo que respecta al 2020, hubo 19 secuestros reales (10 narco-extorsivos, 7 pasionales y 2 otros fines). Ese año los detenidos llegaron a 24, siendo 21 nacionales, 2 peruanos y un venezolano.
«Este incremento está estrechamente ligado al ingreso irregular de extranjeros al país. Eso es un un factor coincidente con la nacionalidad de los detenidos. Y también de las víctimas. Son muy pocos los casos donde los secuestradores o las víctimas son chilenos. Más que nada se da entre bandas rivales extranjeras».
En uno de los operativos de la BIPE, esta semana se dio un golpe y se desbarató una banda internacional. Fueron 10 detenidos, 9 de ellos venezolanos y un chileno, involucrados en al menos cinco secuestros. El último, perpetrado el miércoles en Estación Central, donde un colombiano fue raptado y luego liberado la mañana del jueves.
Otra BIPE que ha reportado secuestros es la de Concepción. Este año van 11 investigaciones, con igual cantidad de detenidos. El 2022 fueron 15 casos y 10 capturados por la PDI. Y el 2021 las investigaciones llegaron a 18, dejando 23 detenidos. En estos años, en esta zona, solo un extranjero aparece entre los detenidos.