Tras casi dos años de trabajo y coordinaciones vía telemática, hoy se realizó la primera jornada presencial pos pandemia de la Mesa Intersectorial de Salud Integral, una instancia conformada por el Servicio de Salud Reloncaví, Senda, Sename y Mejor Niñez, quienes convocan a sus respectivas redes de colaboradores e instituciones vinculadas, para coordinar acciones en beneficio de mejorar el acceso a las prestaciones de salud de la infancia y adolescencia vulnerada.
La directora del Servicio de Salud del Reloncaví, Bárbara del Pino, señaló al respecto que “estamos muy contentos, porque retomamos una instancia que se había un poco suspendido por la pandemia.»
En esta primera jornada de actualización e información sobre la oferta programática, demanda de atención y modificaciones al funcionamiento de algunos servicios, como es el caso de Sename que se encuentra de proceso de transformación y cierre, para dar paso al nuevo Servicio de Reinserción Social Juvenil, participaron más de cincuenta profesionales del área psicosocial, salud y administración pública, quienes serán los responsables de articular las ofertas y gestiones de cada uno de sus servicios e instituciones entorno a priorizar y facilitar el acceso a la atención en salud de niñas, niños y adolescentes bajo responsabilidad del Estado.
El director regional subrogante de Sename, Cristian Andrade, señaló por su parte que la relevancia de la reactivación de esta Mesa Intersectorial de Salud Integral tiene que ver con un efecto muy práctico, conocerse como referentes para así también facilitar todas las acciones de coordinación.
Desde la vereda de la protección de derechos, el director regional del Servicio de Protección Especializada Mejor Niñez, Pedro Adrians, puntualizó que como servicio acompañan en sus procesos a niños y adolescentes que están bajo protección del Estado.
El trabajo de la Mesa Intersectorial de Salud Integral continuará ahora su trabajo en todas las comunas de la región, por medio de sus capítulos provinciales, con la finalidad de que las coordinaciones planificadas se concreten en la práctica diaria de la atención en salud que reciben niñas, niños y adolescentes bajo responsabilidad del Estado.
