Llevan tres meses esperando por una respuesta a sus demandas e incluso con olla común, pero hasta ahora no han sido escuchados.
Por eso llegaron portando carteles a la municipalidad con el fin de dar a conocer el problema que afecta a recolectoras de orilla del sector carretera austral y pescadores artesanales, quienes no han podido vender sus productos desde que se detecto marea roja.
Lo que espera, según el dirigente Eduardo Vargas, es que se agilicen los proyectos del Fondo Regional de Inversión Local (FRIL), pero además en lo inmediato tener algo que llevar de sustento a sus hogares.
Según recalcan si no hay soluciones a sus demandas, las manifestaciones aumentaran y se van a radicalizar.