Actualmente, existen seis federaciones de rodeo en el país. Las dos más grandes -Fenaro y Ferochi- tienen más de 10.000 abonados cada una. Al interior del sector aseguran que en torno al deporte existen cerca de 100.000 trabajadores. Y si bien es complejo dimensionar cuánto mueve la actividad, hay coincidencia en que se trata de varios miles de millones de pesos.
En abril pasado, el criadero de Gonzalo Vial Vial sumó nuevas contrataciones para prepararse para la temporada 2019-2020. Entre ellos se incorporó su nieto Gonzalo Vial Lira como parte de la collera. En paralelo, el Criadero Santa Ana de Melipilla de Alberto Kassis, y su hija Elizabeth -consigna el portal Caballoyrodeo- alistaba a sus mejores ejemplares para las exposiciones; mientras el criadero Palmas de Peñaflor, ligado al ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, completaba su nutrida agenda de actividades para este 18. No es novedad que el rodeo reúne a una gran cantidad de empresarios y ejecutivos. Actualmente, en el país existen seis federaciones de rodeo que suman 26.000 socios activos, es decir, que pagan una cuota o carné por pertenecer. Este puede bordear los $90.000 anuales.
En el sector aseguran que tales datos son considerables si se tiene en cuenta que clubes como la Universidad de Chile no superaban los 15.000 socios en 2018; o de 10.582 en el caso de Cruzados.
Las dos federaciones más grandes son la Federación Nacional de Rodeo y Clubes de Huasos de Chile (Fenaro) con cerca de 10.000 socios; y la Federación Deportiva Nacional del Rodeo Chileno (Ferochi) con unos 10.500 integrantes. Esta última es la organizadora de la principal competencia nacional -el Champion de Rancagua- y la que suele tener entre sus filas al establishment del mundo de los negocios y política nacional.
Cada Federación está compuesta de una serie de asociaciones. En el caso de Fenaro son del orden de 53, mientras que la Ferochi tiene 42. De ellas, nacen los clubes, más de mil de ellos existen a nivel nacional.
“Nosotros estimamos que participan en torno a nuestra actividad unas 50.000 personas relacionadas con la gestión deportiva”, aseguran altas fuentes del sector. Y añaden: “Damos así del orden de 100.000 empleos de manera directa; creemos que representamos al 1,2%-1,3% de la fuerza laboral del país”.
Y en el sector coinciden en que el hecho de que sea un deporte ABC1 es sólo un mito. “Se ha tratado de estigmatizar como un deporte caro, y hay de todo”, explican. El 80% de quienes corren -precisan- son personas que tienen un caballo y se juntan con un amigo para participar. El valor de un caballo puede partir en $500.000 hasta incluso más de $10 millones. Es que tal como se repite en el campo ‘el precio del caballo es lo que alguien está dispuesto a pagar’. De hecho, existen del orden de 50 criaderos especializados que se dedican a satisfacer esa oferta.
Las monturas pueden partir en $80.000, un juego de riendas en $15.000. A ello, se suma un gasto asociado de alimentación al caballo que ronda los $100.000.
La alta competencia -que es un porcentaje menor- eso sí, es cara. Se tienen muchos caballos, más de una collera, veterinario permanente, preparadores, jinetes profesionales. “Ahí de todas formas es probable que los caballos tengan mejores logros deportivos y valgan más”, destacan en la industria.
Alta asistencia
Cada abril, las colleras -parejas- que han clasificado primero en los rodeos organizados por los clubes y luego en los llamados clasificatorios llegan a la medialuna de Rancagua. El Champion reúne a 15.000 personas diarias durante cuatro días solo en la medialuna. Si bien esta es la competencia emblema del deporte -tal es así que clasificatorios hechos en Pucón han cubierto toda su capacidad hotelera-, se estima que en total se realizan 1.000 rodeos al año, que convocan a más de 2 millones de asistentes. Organizar un rodeo bordea los $10 millones a $15 millones. De hecho, el Campeonato Nacional Pemuco 2018 -organizado por Fenaro- superó los $130 millones.
Pese al costo, al interior del sector aseguran que las federaciones no son deficitarias, todo lo contrario. Según el balance de Fenaro, los ingresos de la temporada julio 2017 y abril 2018, ascendieron a los $336 millones; reportando un saldo final superior a los $111 millones.
A nivel consolidado, los retornos más importantes son los que se logran con las inscripciones de socios -que aportan cerca del 40% del total-; a los que se suman las tarjetas que se deben pagar aparte para correr los rodeos -que van desde $15.000 a $60.000- más los retornos que reciben de parte de los clubes por prestar jurados, etc. para sus rodeos. “El rodeo mueve varios miles de millones; es difícil estimar el total, porque abarca muchas áreas, pero son varios millones”, asegura una fuente.
Fuente: La Tercera