“Nuestra producción de leche y carne de vacuno atrapa el carbono atmosférico en el suelo, que es el lugar en donde debe estar, y ello constituye un enorme potencial de posicionamiento ante un mundo que cada vez demanda más información sobre el impacto ambiental de los alimentos que consume”, explicó el presidente de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno, SAGO A.G., Christian Arntz. Luego de que el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, pidiera acciones “a corto plazo” contra la degradación de las tierras, el desperdicio de alimentos o las emisiones de gases de efecto invernadero del sector agrícola, a través de un informe publicado en Ginebra.
La Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno, SAGO A.G., fue enfática al señalar que este documento “reafirma la relevancia de la ganadería en base a pastoreo que se practica en esta parte del planeta”. “Nuestra producción de leche y carne de vacuno atrapa el carbono atmosférico en el suelo, que es el lugar en donde debe estar, y ello constituye un enorme potencial de posicionamiento ante un mundo que cada vez demanda más información sobre el impacto ambiental de los alimentos que consume”. El presidente de SAGO lo reafirma en conversación con Radio Sago.
Por lo tanto nuestra producción es sustentable y competitiva, además confiable para los consumidores preocupados por el medio ambiente dijo Christian Arntz.
En la actualidad, más del 90% de la oferta mundial de carne y leche proviene de sistemas de confinamiento, es decir, animales bovinos que están encerrados comiendo granos. La ganadería que se lleva a cabo en Chile, en cambio, es de pastoreo. Eso quiere decir que los animales están en su ambiente natural comiendo su alimento esencial: el pasto, donde se da el ciclo del carbono que, en términos simples, funciona así: “los animales quitan el carbono aéreo (el pasto) al comerlo, para luego volver a integrarlo al suelo a través del excremento y la orina.
Sin animales en la pradera, el ciclo se interrumpe y los suelos pierden irremediablemente el carbono que se va al aire sin opciones de captura. Luego, los suelos pierden su riqueza, el carbono queda en el aire y la vida comienza a desaparecer”, aseveró Arntz.