La Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno (SAGO) calificó como un gran avance en la lucha iniciada en 2017 por la Asociación de Productores de Leche de Los Ríos, Aproval, a la resolución de la Secretaría Regional Ministerial de Salud de Los Ríos, que confirmó infracciones al Reglamento Sanitario de los Alimentos por parte del supermercado Jumbo de Valdivia, por «venta de alimentos falsificados», entendiendo por ello el uso del término «leche» en productos de origen vegetal.
La resolución de la Autoridad Sanitaria de Valdivia indica el hallazgo de alimentos de almendra rotulados como Leche de Almendra, alimentos líquidos de arroz etiquetados como «Leche de Arroz», y envases de Leche de Almendras de Chocolate Oscuro que destacaban ser «libres de lactosa», cuando en realidad se trata de un producto que no tiene ingredientes que le vinculen con la lactosa.
Además, destaca que las bebidas vegetales estaban respaldadas por una lectura que las indicaba como «leches cultivadas», lo que tampoco es correcto, por lo que aplicó una multa de 50 UTM, casi 2 millones y medio de pesos a Cencosud, y ordenó que los funcionarios de alimentos fiscalicen oportunamente el cumplimiento de las medidas.
SAGO A.G. aseveró que esta resolución generada a partir de la denuncia de Aproval en Valdivia, establece un precedente que debe ser asumido en todo el país para prohibir el uso del término leche, para comercializar bebidas líquidas de vegetales, práctica común que confunde a los consumidores.
El Gerente del Gremio, José Antonio Alcazar valoró que la medida de la Autoridad Sanitaria se haya adoptado en un tiempo razonable.
El Gerente de SAGO AG, José Antonio Alcazar hizo un llamado a la autoridad sanitaria en nuestra región para aplicar una medida similar, fiscalizando y retirando del mercado productos que infrinjan la legislación.
Cabe consignar que la Seremi de Salud de la región de Los Ríos estableció que la importancia alimentaria de la distinción entre productos que son leche y los que no lo son, no radica únicamente en sus propiedades, sino también en su regulación desde el momento en que se genera, hasta que llega efectivamente al consumidor, lo que implica barreras sanitarias mucho más exigentes para los productos lácteos que para las bebidas vegetales.
