Gremio insiste en la necesidad de un trabajo en conjunto entre el sector productivo y el sector público para abordar este evento.
“La aplicación del protocolo de “fiebre q” que se está planteando en Chile obliga a los trabajadores del sector ganadero a andar como robots. Eso no pasa en ninguna parte del mundo, en otras palabras, lo planteado por la autoridad no se condice con las prácticas internacionales sobre la materia”, señaló hoy la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno, SAGO A.G., luego de que las directrices acerca del manejo intrapredial de bovinos comenzara a ser difundido entre los productores, causando profunda preocupación en estos.
El gremio, que desde hace ya casi un año, cuando se inició la alarma de autoridades respecto de un posible brote de “fiebre q” mostró sus serias dudas respecto de la metodología de investigación y las apresuradas conclusiones respecto de la forma en cómo se enfrentaría este brote de Coxiella Burnetti.
“Hasta ahora, la autoridad nunca pudo explicar de manera fehaciente, por qué razón una zoonosis endémica como la “fiebre q”, que se transmite de animal a humano, podría haber pasado de humano a humano, tesis que ni siquiera tiene un sustento científico.
SAGO A.G. agregó que hace algunas semanas, se explicó que uno de los expertos que se encuentra investigando el posible brote habría señalado que se están considerando tesis adicionales respecto de lo ocurrido en Chile el año pasado. “Incluso se habla hoy de que podemos estar en presencia, frente a algún tipo de Rickettsia, causantes de enfermedades infecciosas transmitidas por pulgas, piojos, garrapatas y ratones y si analizamos el explosivo aumento del virus Hanta durante el mismo periodo a raíz del aumento de la población de roedores cerca de centros agrícolas y turísticos de la zona, creemos que es responsable ir al fondo de esa posible causa ates de seguir estigmatizando la actividad ganadera”.
SAGO A.G. concluyó que es necesario poner otra vez el tema en real perspectiva: abordar la gama de enfermedades transmitidas por animales de manera sistémica –poniendo especial énfasis en los vectores realmente más peligrosos, principalmente ratones y perros- y no mediante alarmas aisladas y políticas “uno a uno”. Hacemos un llamado a la autoridad de Salud, para que se realicen mesas de trabajo con el sector privado, de manera que entre todos podamos abordar de forma seria este evento.