La advertencia de las distintas autoridades económicas y expertos era que la crisis sanitaria iba a provocar un importante impacto en la solvencia de las empresas y por ello se aplicó un plan de ayuda para entregarles liquidez y así evitar las quiebras.
Si bien durante los meses más duros del confinamiento eso no se tradujo en mayores incrementos en las cifras de quiebras, en agosto hubo un cambio y se aceleró dicho fenómeno.
De acuerdo con la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento, en el octavo mes del año las empresas que solicitaron iniciar su proceso de liquidación llegaron a 155, lo que significa un alza de 6,9% en comparación al mismo mes del año pasado y un incremento de 10,7% en relación a julio. Además, es el mayor salto desde marzo de este año.
Entre enero y agosto se contabilizan 1.142 firmas que iniciaron un proceso de liquidación, frente a las 1.132 del año pasado, lo que se traduce en una leve alza de 0,9%.
Los expertos afirman que en este registro están las empresas que efectivamente necesitan quebrar para poder cumplir con sus obligaciones económicas, lo que excluye a otras empresas que cerraron y dejaron de existir cumpliendo con sus compromisos de deuda sin la necesidad de iniciar un proceso de liquidación de activos. “Es muy probable que muchos emprendimientos fueron cerrados por sus dueños, quienes pagaron todas las deudas y cerraron el negocio, sin que fuera necesario ir al procedimiento de quiebra”, comenta el economista de Libertad y Desarrollo, Tomás Flores.
En tanto, las firmas que decidieron comenzar un proceso de reorganización fueron cinco, repitiendo la cantidad del mes anterior.
Desde el gobierno, el superintendente de Insolvencia y Reemprendimiento, Hugo Sánchez, explica que “el importante paquete de medidas económicas que hemos estado implementando ha permitido que la iliquidez de personas y empresas no se transformen en insolvencia, logrando contener un aumento masivo de solicitudes de procedimientos, lo que se refleja en las estadísticas que publicamos mensualmente, mostrando hasta ahora alzas muy menores en algunos de los procedimientos”.
Ricardo Ibáñez, abogado y socio fundador de Defensadeudores.cl, comparte ese análisis, en el sentido de que las pequeñas empresas están logrando sobrevivir gracias a la ayuda del gobierno, pero que a medida que esas políticas paliativas se vayan retirando, el escenario será complejo. “Muchas pymes que tenían Créditos Covid con 6 meses de gracia, hoy día están teniendo que empezar a pagar las cuotas de estas líneas de crédito. Lo mismo sucederá con créditos hipotecarios que fueron postergados en estos meses. Por lo tanto, las empresas tendrán mayores gastos que asumir, en momentos en que aún no vemos una recuperación de la economía”, advierte.
Flores complementa: “El programa Fogape-Covid ha logrado apoyar a miles de empresas, alejando el corte de la cadena de pagos; sin embargo, en el turismo los plazos de ese programa no calzan con su realidad, por lo cual sería muy importante la posibilidad de crear un Fogape turismo que se adecue a la realidad sectorial”.
Para los próximos meses, las quiebras podrían incrementarse, alertan los expertos. Esto se daría por distintos factores: el primero, la ayuda estatal se va terminando y, por ende, las empresas deben comenzar a pagar esos créditos y la liquidez se va terminando.
Para Ibáñez un factor adicional es que “los procedimientos de quiebra o liquidación voluntaria de empresa requiere una serie de documentación que durante los tiempos de cuarentena y confinamiento fue imposible de obtener, porque era necesario reunir información, tanto dentro de la empresa como fuera de la empresa, balances, certificados de deudas, nóminas de trabajadores y ahora que las empresas están volviendo a trabajar, esa información ya está”.
Producto de ello, Ibáñez agrega que “es muy probable que tengamos un aumento moderado en 2020, que puede alcanzar entre 20% y 30%. Para 2021, creemos que habrá un aumento explosivo de las quiebras y liquidaciones de empresas”.
Diego Messen, abogado de Moraga y Cía., puntualiza que “probablemente el alza es una tendencia que se dejará ver en forma más evidente en los próximos meses, considerando que la liquidación tiene un efecto retardado respecto a una crisis financiera o insolvencia”. Prevé que “para el término de este año se registrará un aumento ostensible en los procesos concursales, especialmente, en las liquidaciones de empresa. Todo va a depender del rubro y de la sustentabilidad que tengan en este período”.
Sin embargo, para el Ejecutivo eso no es tan claro. “Se debe considerar que estamos ante un fenómeno en curso, que cambia diariamente, que depende de múltiples factores, muchos de los cuales aún no se pueden conocer o levantar a completitud, por lo que es muy complejo hacer proyecciones en este escenario”, subraya Sánchez.
Fuente: La Tercera