Soprole tuvo una importante caída de sus ventas en 2018 y, según la empresa, una de las grandes responsables de ello fue la campaña que se realizó el año pasado a través de redes sociales en contra de la compañía láctea y a favor de Colún.
El boicot a Soprole fue iniciado por el Movimiento Social Patriota, que argumentó que la empresa vendía leche con insumos extranjeros, perjudicando a los productores nacionales.
Marc Rivers, director de finanzas de Fonterra, empresa neozelandesa que posee el 99,85% de la propiedad de Soprole, declaró, a través de una conferencia telefónica que consignó Pulso, que se registró una baja de las ventas al 31 de enero de 2019.
“Los porcentajes de margen bruto se redujeron”, señaló Rivers, responsabilizando a la campaña de “preferir lo local”.
El ejecutivo también se refirió a las malas cifras que Fonterra obtuvo en otros países sudamericanos, como Brasil, situación que está analizando la firma neozelandesa, que incluso podría decidir “dejar América del Sur” para reducir la deuda millonaria que tiene.
Fuente: La Nación
