Un cambio sin precedentes en la plana mayor del Ejército, que incluyó la salida de 21 generales, se comunicó hoy luego que hace dos semanas el ministro de Defensa, Alberto Espina, informara del inicio de un «análisis exhaustivo» de lo oficialidad, con el fin de evitar nombramientos de efectivos que pudieran estar involucrados en el mal uso de los fondos de la Ley Reservada del Cobre.
Ese «análisis» contempló el chequeo de antecedentes no sólo de los generales, sino también de los coroneles que podían ascender. En el Gobierno se quería evitar la situación del general (r) John Griffiths, ex número dos, quien renunció a la institución el 16 de octubre luego de que fuera procesado por fraude al fisco por la ministra de la Corte Marcial, Romy Rutherford.
En esa línea, tras el cambio será el General de Brigada Cristián Guedelhoefer Erbetta, quien ejerza en reemplazo de Griffiths. En tanto, entre los abandonaron el Ejército se encuentran los Oficiales Generales Luis Espinoza Arenas; Rodrigo Carrasco González; Óscar Mezzano Escanilla; Jorge Peña Leiva; Juan E. González Fuetealba; entre otros.
La salida de los 21 oficiales es un gesto potente. En promedio, siete generales abandonaron la institución en las conformaciones de los altos mandos de los últimos cinco años.
Según consignó hoy El Mercurio, los años en que hubo más salidas (12 en 2014 y 11 en 2018) coincidieron con las designaciones del comandante en jefe. Por otro lado, 10 coroneles ascendieron a generales de brigada en el mismo periodo. Los que ascendieron En contraste, el nuevo alto mando del Ejército contempla 18 nuevos generales, ascendidos desde el grado de coronel, además de 5 Generales de Brigada, ascendidos a Generales de División.
Entre ellos se encuentran Esteban Guarda Barros; Hernán Araya Santis; Javier Iturriaga del Campo; Rafael Fuenzalida Carmona y Ernesto Tejos Méndez. Así, la Comandancia en Jefe del Ejército queda conformada por Ricardo Martínez Menanteau como Comandante en Jefe; Cristián Guedelhoefer Erbetta como Secretario General; Hernán Araya Santis como Contralor; y Rodrigo Sandoval Calderón como Auditor General.
Las investigaciones de la justicia Respecto a las investigaciones judiciales, una de las aristas más complejas es la relacionada con el mal uso de los fondos para la compra de pasajes aéreos, la cual es liderada por la ministra Rutherford.
La magistrada indaga un presunto mal uso de dineros fiscales de parte de altos oficiales que habrían sido destinados para el pago de viajes de placer junto con sus familias a destinos como Orlando, Punta Cana, Miami, Los Ángeles, entre otros.
De acuerdo a la indagatoria, antes de llegar a su destino de comisión de servicio pasaban a otros países. El miércoles fue procesado el coronel Juan Cornejo de la Fuente, quien encabeza desde 2013 sección de Pasajes y Fletes del Ejército, por delitos reiterados de fraude al fisco, cuyo perjuicio superaría los $64 millones.
En su declaración, ante la ministra Rutherford, detalló que la institución trabajaba con cuatro agencias de viajes (Turavión, Costanera, Tupper y Deltour), agregando que en cada una de estas empresas había una persona vinculada con el Ejército: cónyuges de oficiales activos y en retiro.
Pero la anterior no es la única indagatoria que lleva adelante la justicia. El fiscal regional de Aysén, Carlos Palma, investiga el presunto desvío de recursos del Fondo de Ayuda Mutua del Ejército (FAM), en Coyhaique, para ser utilizado en supuestos pagos indebidos a funcionarios en ejercicio y en retiro.
Esta fuga de dineros fue advertida por la Contraloría General de la República en 2015, aunque la práctica vendría arrastrándose desde 2011. Según informó ayer Palma, este desvío ascendería a los $3 mil millones.