«La última bonanza de la mafia: el robo de salmones. La piscicultura es un gran negocio para Chile. Robar pescado también lo es», dice el texto medio británico The Economist, quien destacó este creciente delito en el país.
En el artículo, dice que «los robos se han convertido en un gran problema para el segundo negocio exportador más grande de Chile; la cría de salmón generó $6 billones en ingresos y sostuvo unos 70.000 puestos de trabajo en 2023».
Según cifras de SalmonChile, los robos se han incrementado desde 2018, cuando solo se reportaron dos robos en todo el año.
«Desde entonces, esa cifra ha aumentado drásticamente. Entre 2019 y 2023 hubo 158 robos de salmón, la mayoría de los cuales tenían como objetivo cargamentos de pescado entregados en camiones. Se cree que muchos más no se denuncian», señaló The Economist.
Cabe mencionar que SalmonChile estima que sus pérdidas desde 2019 han ascendido a más de $67.000 millones.
Según el reportaje, «los conductores de camiones tienen miedo, ya que los robos a veces se tornan violentos; dos conductores fueron secuestrados durante robos a principios de este año. Muchas empresas están evitando sus rutas de entrega habituales en el sur. Algunos conductores han comenzado a usar chalecos antibalas».
De acuerdo a miembros del rubro, estos gastos adicionales, combinados con las pérdidas, le están costando a la industria alrededor del 1% de sus ganancias operativas brutas cada año.
Ante esto, The Economist indicó que algunos miembros de la Cámara de Diputados «están empezando a actuar» para frenar esta ola de robos mediante mayores sanciones. «Por ahora, sin embargo, el robo de salmón sigue viento en popa para las magias de las piscifactorías chilenas», dice en el final el artículo del medio británico.