Diario argentino afirma que Barros habría renunciado, y el Papa aceptaría su dimisión

350

El corresponsal en El Vaticano del diario argentino Clarin, afirmó que tras la última sesión del Papa con los Obispos chilenos, el Obispo de Osorno Juan Barros Madrid habría puesto nuevamente su renuncia a disposición del Pontífice, quien a diferencia de ocasiones anteriores , la aceptaría «porque ahora está convencido de su culpabilidad».

La nota indica que «una fuente confiable informó a Clarín en el calderón de obispos y periodistas que se mezclaban frente al viejo Pensionado Romano de vía Transpontina, a 400 metros del Palacio Apostólico vaticano, mientras los episcopales caminaban hacia la “aulita”, el salón anexo al Aula de las Audiencias Generales, donde se celebraron las reuniones, mientras mantenían una cierta tensión por este “finale” aunque todos apostaban a que Barros pondría mansamente la cabeza en la picota».

La publicación afirma que junto a Barros, habrían manifestado su renuncia antes de su partida a Roma los obispos Horacio Valenzuela (de Talca), Tomislov Koljatic ( Linares), y uno de los siete obispos auxiliares de Santiago, monseñor Andrés Arteaga, quien no viajó a Roma porque está gravemente enfermo de Parkinson. Se trata del núcleo de cuatro obispos formados en la pía asociación fundada por el sacerdote Fernando Karadima en la Iglesia de El Bosque. Ellos habrían sido además acusados directamente por Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Murillo, en su visita a la Santa Sede hace un par de semanas, invitados por el propio Santo Padre.

“Creo que el Papa tomará medidas concretas en el corto plazo. Es un hombre de palabra y si lo dijo, las habrá”, afirmó a Clarin Monseñor Jordi Bertomeu, catalán de 49 años, notario eclesiástico de la Congregación para la Doctrina de la Fe, quien acompañó al arzobispo de Malta, monseñor Charles Scicluna, sindicado en la nota como el principal «sabueso antipederastas de la Iglesia», en el viaje a Chile que les ordenó el Papa «cuando Francisco se convenció de que había cometido errores muy serios al defender a capa y espada a monseñor Barros y a la versión mentirosa que habían fogoneado grandes personajes de la Iglesia chilena: Los cardenales Francisco Javier Errázuriz y Ricardo Ezzzati; el nuncio apostólico Ivo Scapolo y otros, como el jesuita español Germán Arana, muy amigo del Papa, que fue director espiritual de monseñor Barros».

La nota agrega que «varios obispos dijeron en privado que habían preguntado al Papa quienes fueron los que le dieron información falluta, comprometiendo seriamente el prestigio del Pontífice, totalmente volcado del lado de los cómplices de los pederastas».

Según la nota de Clarín, «el Papa escuchó a los obispos en estas sesiones que fueron en parte un tribunal, un psicoanálisis de grupo de una Iglesia devastada por las “heridas devastadoras” por los abusos “sexuales y de poder”. Pero sobre todo fue Francisco el que habló en los encuentros porque advirtió que había que “discernir juntos la responsabilidad de todos y cada uno”.

Se calcula que el Papa y los obispos se juntaron en seis horas de diálogo. Pero además hubo muchos encuentros por separado de Francisco con una parte de los 31 obispos en actividad. Incluso con monseñor Juan Barros, que según dijo un enviado periodístico chileno a Clarín, se alojaba en la Casa de Santa Marta y no en el viejo Pensionado Romano con sus hermanos en el episcopado. Allí reside el Papa argentino y allí se realizaron los encuentros bilaterales por separado con los obispos que le pidieron encuentros reservados a Bergoglio».

El diario argentino agrega que Jordi Bertomeu, sostiene que “este es un caso excepcional”, que la Iglesia chilena vive “una profunda crisis” con “graves problemas”. No dio detalles sobre las medidas que se tomen ahora que la reunión histórica ha terminado.