Este jueves 30 de junio comenzaron oficialmente las vacaciones de invierno adelantadas y extendidas para gran parte de los estudiantes del país; una decisión que desde su anuncio generó duras críticas y dudas sobre la real coordinación que hubo en el Gobierno en la materia.
Lo que estuvo claro desde un inicio es que el motivo principal por el que se tomó la decisión tiene que ver con la complejidad del momento epidemiológico: sigue preocupando el covid-19, pero a su vez, el aumento de los virus respiratorios invernales generó una alta tensión en la red asistencial, especialmente en la UCI pediátrica, y según la ministra de Salud, María Begoña Yarza, ninguno de estos aspectos se ha descuidado.
«Seguimos preocupados del covid-19. Cuando miro las cifras de pacientes que fallecen y se hospitalizan, son muchas veces adultos que no tienen la vacunación compleja y quienes tienen mayor comorbilidades. En estos días hemos tenido un promedio de fallecimiento por covid-19 un poco más alto que en las semanas anteriores», afirmó la titular de Salud esta mañana en Radio Universo.
En esa línea, recalcó que «no es posible despreocuparnos ni de covid-19, ni tampoco de lo que está pasando en las enfermedades infecciosas; esa es la complejidad del momento, hay que hacerlas todas».
La trastienda de la decisión
Aún cuando las autoridades sanitarias y de Educación han salido a explicar en decenas de oportunidades la decisión, la sensación de que hubo una «improvisación y descoordinación» sigue presente en parte de la opinión pública. Por ello, la ministra relató en detalle la trastienda de la decisión, no sin hacer un «mea culpa» en algunos puntos del proceso.
En salud es muy difícil improvisar. Nosotros tenemos el monitoreo desde que llegamos. La primera alarma fue la semana del 26-29 de marzo, cuando nos dimos cuenta de la cantidad de camas que teníamos y que habían aparecido ya los virus desde la semana 10, cosa que es muy rara», relató.
A ello, se suma que el Minsal contaba con $5.000 millones para asumir la campaña de Invierno, pero pidieron más recursos a Hacienda, «porque preveíamos que esto iba a suceder», afirmó. Luego, vino el proceso de reconversión de camas y las coordinaciones con recintos asistenciales de la red integrada.
Yarza detalló que la primera reunión con todos los servicios del país para hablar de la campaña de invierno fue el pasado 5 de abril, donde también se puso «foco en lo infantil, que había sido un foco que no se había tenido que tomar porque 2020 y 2021 no fueron años epidémicos».
«O sea, improvisación…. más bien ha habido un cuidado y una monitorización bien exhaustiva todo el tiempo», remarcó la Ministra.
Ahora bien, tras tener el aumento de camas, de recursos, las conversaciones con servicios y toda la maquinaria del sistema sanitario, decidieron llamar al Mineduc «para ir contándoles» de la situación. Trabajo que, aseveró la ministra, «es de una cercanía muy grande», debido a todo el proceso de monitorización en conjunto de brotes en colegios y el propio retorno a la presencialidad. ¿Pero hubo llamado a La Moneda? Ante ello, Yarza recordó que todo el proceso de sumar recursos «por cierto que lo vamos contando y la toma de decisión la informamos a la Comisión Nacional de Respuesta Pandémica (CNRP), y la opinión de ellos era que partiéramos con la suspensión de clases más precozmente de lo que nosotros lo calculábamos; ellos nos responden y nos dicen ‘tómenla ustedes porque tienen mayor sensibilidad respecto a las redes’. Lo discutimos con el Mineduc y lo avisamos con varias semanas para que se pudieran tomar las medidas en las comunidades educativas», afirmó.
Sin embargo, la ministra hizo un mea culpa en este punto: «yo reconozco que, efectivamente, deberíamos haber conversado con más ministerios. Creo que en eso tenemos que mejorar. Salud es muy complejo en término en las interconexiones que tiene. Creo que ese es un aprendizaje que bien nos viene y estamos disponibles para seguir aprendiendo».
Fuente: Emol