Dos de las víctimas del sacerdote Fernando Karadima se refirieron al anuncio que hicieron este viernes los obispos de la Iglesia Católica de Chile de poner sus cargos a disposición del Papa Francisco, tras sus reuniones en el Vaticano. Juan Carlos Cruz manifestó que «los que más han hecho daño y los que más nos han hecho doler, sufrir y fregarnos la vida han sido los obispos, entonces por eso me alegro tanto la carta que escribió el Papa».
En conversación con Radio Cooperativa, el periodista dijo que «ese es el Papa con el que yo estuve horas y horas en el Vaticano conversando, ese es el Papa que yo vi, no el que me pintaban ellos que era alejado». Según explicó, él le había comentado al Sumo Pontífice que los prelados «habían destruido documentos, que habían escondido cosas, que mentían, que cosas que eran extremadamente graves lo tomaban con una liviandad espantosa».
Respecto a la situación de los arzobispos, subrayó que «(Francisco Javier) Errázuriz es uno de los grandes mentirosos y es una verguenza para Chile. Yo creo que el Papa se ha dado cuenta y lo va a alejar y ese es el castigo peor para una cardenal al estilo Vaticano».
Por su parte, José Andrés Murillo, escribió en Twitter que «por dignidad, justicia y verdad: váyanse todos los obispos. Delincuentes. No supieron proteger a los más débiles, los expusieron a abusos y luego impidieron justicia. Por eso, solo merecen irse».